Invoco al más poderoso de los titanes de nuestro universo
Invoco al sol con su energía y fuerza
Invoco a tus puños y a tus letras, a tus ojos y a tu voz para confrontar al poder autoritario con la imaginación
Y a toda la capacidad de marchar en silencio como ya lo has hecho antes para reventar a los mediocres con la capacidad de amar estallando en nuestro pecho la exigencia de justicia paso a paso
Invoco a las abuelas muertas sin haber visto justicia para sus nietos, al gran espíritu de la guardería ABC, invoco a los caídos en Acteal, en Tlatelolco, invoco a nana Ernestina Ascencio y a los tzetzales y tojolabales que viven en cada pochota de la Lacandonia que cayeron en el sueño eterno buscando liberar a México
Invoco a los artistas e intelectuales, a tus manos y a tus sueños, a tus pies y a todos los gorriones de todas las ciudades para que volemos a la paz
Invoco a los que saben leer y a los que quisieran saber hacerlo, a los universitarios y a los niños más osados, a los obreros y a las amas de casa, a las empleadas domésticas, a las prostitutas, a los homosexuales, invoco a los religiosos brillantes y a las monjas rebeldes, invoco a los bailarines y los médicos, a los abogados y los periodistas a rebelarse en cada calle, en cada templo, escuela y oficina para enarbolar la redención del pueblo
Invoco a los que somos llamados chusma, renegados, nacos porque somos chusma, renegados, nacos pero no pendejos
Invoco a todos aquellos idealistas maltratados y a los que han sido ignorados por los maestros y padres, a todos los que sienten en su corazón las ansias de libertad verdadera a erguirse como faros que iluminen a las mentes más débiles para contagiarles el valor, coraje y estrategia
Invoco a tus células y a tus creencias y no creencias a fundirse en un solo respiro, en un solo suspiro, invoco a todos aquellos que estamos hasta la madre de un gobierno traidor y rastrero, maldito y entregado a los enemigos de nuestra cultura y tradición a que seamos millones de lanzadores de piedras como David para echar abajo al que se cree amo de los bosques, el cielo, al que se cree dueño de las montañas, al que se cree dueño de los niños y las mujeres, al que se cree dueño de nuestras vidas
Invoco a Sor Juana y Frida, a Diego y Octavio, a Monsi y a Josefa, a Carballido y Calatayud, invoco a Rosa y a todos los caídos en esta guerra absurda y estúpida a que se mezclen con todos los que acá estamos y seguimos para que juntos digamos:
Convoco a tu latir y a tu sentir, a tu morir y a tu parir a que esta ciudad y esta patria se llene de hombres y mujeres libres que se ganen con su propio esfuerzo la codiciada posibilidad de existir con dignidad.
Convoco al cosmos, a todos, al Todo, a gritar que somos el primer latido del gigante que está pariendo ciudadanos libres.
Actúa con fuerza y determinación en todos lados para liberarnos los unos a los otros
Hazlo ya, que detrás de nosotros vienen millones que hoy han nacido como erupción omnipotente para erigir al titán que dormía,
actúa con coraje
con fuerza porque México , finalmente,
despertó.
Escrito en la víspera de la llegada de la Marcha Nacional al zócalo de la ciudad de México; La Condesa. Mayo 7, 2011.
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