Apurado por la descalificación nacional e internacional tras haber recibido un diploma que todos bautizaron como el “chayo-premio”, con el cual lo nombraron como “defensor de la prensa” pese a cargar en su conciencia el crimen de nueve periodistas, la desaparición de tres de ellos –no porque los hubiera mandado a asesinar o a desaparecer sino porque se volvió cómplice al impedir que se les hiciera justicia y se castigara a los responsables- así como decenas de casos de despidos laborales, castigos y hostigamiento contra los comunicadores, el gobernante estatal echó mano de un malabar para tratar de lavarse la cara y distraer la opinión pública. Instruyó al Poder Judicial para que emitiera sentencia contra el presunto homicida de la querida periodista Regina Martínez, torturada y asesinada el 28 de abril del año pasado.
La intención es doble, sacudirse la tunda mediática y tener algo que decir para cuando llegue la fecha del aniversario. No le funcionará porque está despojado de toda credibilidad. Duarte de Ochoa tiene el prestigio por los suelos. Lo cuestionan las organizaciones nacionales e internacionales. El impúdico desaseo del procurador Amadeo Flores Espinoza en la indagatoria del crimen de Regina es del conocimiento popular. Nadie cree en sus conclusiones. Nadie le otorga un gramo de certeza. Ayer condenaron a 38 años de prisión a un individuo enfermo de SIDA que, obviamente, no alcanzará a cumplir su condena. Le impusieron una multa para “reparar el daño” de algunos miles de pesos. La vida de Regina vale algunos miles de pesos para el individuo que despacha en palacio de gobierno.
¿Y cómo reparará el daño, la volverá a la vida, le quitará las carretadas de lodo que ordenó arrojar sobre su memoria?. Vaya que es singular la justicia duartista. El único sentenciado denunció que fue torturado para inculparse del crimen y ahora lo mantienen en aislamiento completo para que no hable con nadie. A sus abogados defensores los amenazaron para no seguir las diligencias y a sus familiares cercanos les pusieron una soga al cuello para no clamar por su libertad. El otro coacusado no aparece, se esfumó, nadie sabe su paradero, aunque eso es lo de menos porque tampoco nadie cree que ellos sean los verdaderos responsables del crimen. Los asesinos gozan de cabal salud y prospera impunidad.
Para no detener la cuesta abajo del cordobés, el pasado lunes la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se deslindó del “chayo-premio” y señaló que mal utilizaron sus siglas para aparentar que avalaba dicho reconocimiento. Es más, en un comunicado emitido desde Estados Unidos, acusó a la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos (AME) de tomar la decisión de forma unilateral. Eso se suma a las descalificaciones hechas por la Organización Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WANINFRA, por sus siglas en ingles), la organización Article 19 y el Foro Mundial de Editores que fustigaron el “chayo-premio” entregado por los paleros.
Veracruz es tierra inhóspita para el periodismo no solo por la delincuencia sino por la intolerancia y la persecución del gobierno estatal, coinciden organizaciones nacionales e internacionales. Y ni como desmentirlos pues no solo los nueve periodistas asesinados y tres desaparecidos del año pasado lo confirman sino que en lo que va de este 2013, ya son diez comunicadores agredidos. Unos despedidos, otros amenazados, otros golpeados, otros difamados y otros más detenidos por agentes policíacos. Todos esos casos ligados directa o indirectamente al gobierno duartista o a los gobiernos municipales del tricolor.
La víctima más reciente es la periodista Verónica Danell quién se sumó a la lista de comunicadores que han sido echados de sus centros laborales por órdenes de la vocera estatal. Era algo que se esperaba porque no fueron pocos los desplantes y las respuestas groseras que Duarte de Ochoa hacía desde hace tiempo a Danell cuando intentaba entrevistarlo. Le molestaba que le hiciera cuestionamientos incómodos, periodísticos, pues quería vivir aterciopelado entre aquellos que le celebran sus declaraciones fáciles y sus malos chistes. A finales del 2010, Verónica fue despedida de Excelsior a petición del innombrable. Fue en plena campaña electoral por la sucesión de la gubernatura.
Después la radiodifusora XEU la despidió también a petición del gobierno estatal, ya bajo la batuta del cordobés y ahora le tocó salir de la empresa Megacable. Una larga cadena de agravios y atentados contra su quehacer y el sustento. Sin embargo el ser perseguida por estos individuos es un sello de honor como periodista, llena el espíritu al saber que se cumple con el deber informativo aunque eso no llene el carro del supermercado para la subsistencia diaria. Así es esto. Desde París va nuestra solidaridad para con Verónica Danell, mujer de mil batallas y de palabra incomoda para los maloras.
Al paso que va Duarte de Ochoa tendrá que reclamar la certificación del Libro Guinnes de los Récords pues ha superado a todos sus antecesores en el asunto de apalear a la prensa, difamar a los periodistas – no importa que estén muertos- y apilar montañas de despidos laborales contra aquellos reporteros que les son molestos. Así podrá juntar los dos diplomas, el que le dio la AME y el de Record Guinnes, en la sala de su casa. Eso sí, la promesa de convertirse en el “mejor gobernador en la historia de Veracruz” ya está en el cesto de la basura.
¿QUIÉN LA EXPIDIÓ?
Ayer el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) presentó a sus propuestas para encabezar las formulas por las diputaciones en los distritos de Santiago Tuxtla y Coatzacoalcos Rural y Urbano en el contexto de la coalición suscrita con el Revolucionario Institucional y el Partido Nueva Alianza. Y sorpresa: la dirigencia partidista aseguró que Renato Tronco Gómez, abanderado en Coatzacoalcos Rural, salió más limpio que un bebé recién nacido en su examen antidopaje y además cuenta con ¡¡su carta de antecedentes no penales!!.
Parece una tomadura de pelo pues Tronco Gómez, alcalde con licencia de Las Choapas fue acusado en el 2006 de ser el autor del asesinato del regidor Alfredo Pérez de ese mismo municipio. La investigación la abrió la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y aunque nunca la desahogó, pues se le dio impunidad , el expediente ahí está y contienen las declaraciones de los sicarios contratados por Troncoy de la viuda y familiares del edil victimado que lo señalan directamente. Además Tronco Gómez tiene denuncias presentadas por intento de homicidio contra el exalcalde del mismo lugar, Antonio Pouchulen y otras más por amenazas de muerte contra periodistas del sur del estado. La pregunta del millón de dólares es: ¿Quién le habrá extendido al señor Tronco la carta de antecedentes no penales?. La dependencia que lo haya hecho debe ser puesta bajo investigación por falsear documentos oficiales o en su caso, desaparecer archivos criminales.
Por Andrés Timoteo
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