El presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz Mexicano, Efraín García Bello, advirtió que existe la amenaza de que se agoten las tierras para producir, ante la falta de una estrategia alimentaria por parte del gobierno federal, lo que implicaría que en una década más de 90 por ciento del maíz que se consume en la nación provendría de Estados Unidos.
Dijo que las condiciones climatológicas, que afectan gravemente la cosecha de temporal, han disminuido las áreas agrícolas, sumado a que muchos campesinos han vendido sus parcelas para ser lotificadas, que al final han reducido las tierras para sembrar.
Ante esto, reiteró que hay un grave riesgo para la soberanía de México al carecer de un control y poder sobre la capacidad agroalimentaria, por lo que mencionó que el gobierno federal debe llevar a cabo un cambio en la estrategia agrícola de manera inmediata.
“Es urgente superar en el corto plazo el reto de sustituir importaciones con una alianza entre agricultores y técnicos mexicanos, así como la aplicación nacional del programa de tecnología de alto rendimiento, que ya ha dejado resultados positivos en algunos estados”, manifestó.
Efraín García Bello explicó que de aplicar un sistema de alto rendimiento en toda la superficie de riego del país, así como en aquellas donde la siembra de temporal sea buena, permitiría en un año multiplicar la producción de maíz hasta en 700 por ciento, y con ello acabar con las importaciones de este grano, y a la par lograr la seguridad alimentaria y generar riqueza económica, social y ambiental en el medio rural.
El presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz Mexicano estimó que de aplicar este nuevo sistema, permitiría alcanzar una producción de hasta 20 toneladas por hectárea, el doble de Estados Unidos y hasta siete veces más del promedio nacional que es actualmente 3.2 toneladas.
Para ello, insistió que lo primordial es que el gobierno federal acepte replantear el modelo agropecuario nacional, y así brindar la oportunidad de que mejoren sustancialmente las utilidades de los productores de maíz.
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