Veracruz ya importa de Puebla gran parte de su provisión de agua. Ante el persistente estiaje en algunas zonas, se avisoran conflictos intercomunales ante la falta de inversión en infraestructura y en educación
Las guerras del futuro entre comunidades y países no serán para frenar las invasiones, para detener la xenofobia o la intolerancia religiosa, sino por el agua advierten académicos de la Universidad Veracruzana, especialistas, funcionarios de gobierno y líderes religiosos.
La investigadora y catedrática de la Facultad de Instrumentación Electrónica de la UV, Carolina Ochoa Martínez señala que la demanda de agua se incrementó seis veces en la última década,”que equivale al doble de la tasa de crecimiento demográfico”.
Ochoa Martínez establece que hacia 1900 en México, el consumo per cápita anual era de 250 metros cúbicos, mientras que en la actualidad es de 700 metros cúbicos al año. En contraste, en Canadá esta cifra se duplicó y por ese concepto ese país ocupa el segundo lugar después de Estados Unidos.
Advierte la académica que de continuar este ritmo acelerado de gasto, para el 2025 dos de cada tres personas enfrentarán graves problemas de escasez de agua.
El panorama que describe la analista es aterrador pues destaca que por cada metro cúbico de aguas residuales contaminadas que se descargan en acuíferos,”se vuelven no aptos para el consumo entre 8 y 10 metros cúbicos de agua pura.
De ahí que anualmente, un promedio de 3.4 millones de personas —niños en su mayoría—, mueren por enfermedades relacionadas con el agua, puntualiza Ochoa Martínez quien colabora en la importante revista Ciencia y el Hombre de la Universidad Veracruzana.
Su investigación establece que a esa cifra se agregan 2.2 millones de personas que mueren por enfermedades diarreicas vinculadas a servicios insuficientes de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene.
En relación con tal problemática, un informe de 1999 de la Comisión Nacional del Agua (CNA), señalaba ya que en México sólo existen mil plantas tratadoras de aguas residuales municipales con un caudal de 42.3 metros cúbicos por segundo, aunque sólo 29 metros cumplen la normatividad vigente.
Jalapa y Quimiltlán luchan por agua
La denominada “guerra líquida” —que aún no tiene una escalada—, tiene ya sus primeros conflictos serios en las grandes ciudades, por graves problemas de desabasto del vital líquido, la contaminación de los mantos acuíferos, ríos y lagunas, el uso indiscriminado y desperdicio vergonzoso, políticas inadecuadas de planeación y conflictos internos entre autoridades.
Jorge Ojeda Gutiérrez, titular de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) de Jalapa señala que 45 por ciento del agua que abastece a la capital veracruzana debe traerse del estado de Puebla.
“Son aproximadamente mil litros por segundo y vienen del río Huitzilapa del municipio de Quimiltlán, Estado de Puebla a 72 kilómetros de distancia”, ilustra el funcionario.
Este río nace en la comunidad de Quimixtlán y es un agua superficial, por lo que se infecta en su trayectoria. Cuando llega a Veracruz se le somete a un proceso de potabilización así como al flujo del río Cinco Palos que colinda con Coatepec, municipio vecino de Jalapa.
El técnico Ojeda explica que a ambos abastecimientos se les potabiliza en la planta, de donde salen aptos para consumo humano. “Quitamos algas, hongos, líquenes y bacterias y la mandamos totalmente potable a la ciudad”.
Al respecto, ex líderes del Sindicato de Trabajadores de la Comisión Municipal del Agua y Saneamiento (CMAS) como Arturo Villegas, señalan que el gobierno municipal de Jalapa, debe pagar una “alta cuota económica (estimada hace años en más de un millón de pesos anuales) y dotar de servicios al Ayuntamiento de Quimiltlán, para que sus habitantes no “cierren las llave”.
Para Villegas ese problema “se agudiza cada tres años al cambiar la administración municipal, pues si no hay autoridades capaces y negociadoras estalla.”
Recuerda que en varias ocasiones los pobladores de Quimiltlán —la mayoría campesinos de escasos recursos—, han amenazado con cerrar las válvulas de abastecimiento de la Presa Huitzilapan por el incumplimiento de los acuerdos pactados por las autoridades jalapeñas.
Así ocurrió al iniciar este año cuando estalló la huelga de trabajadores de la CMAS ——la primera en el Estado y que desestabilizó e incomodó al gobierno municipal del empresario Ricardo Ahued—— encabezada por su líder, José Luis Hernández López quien exigía mejor trato y la renuncia del director, Oscar Fernández Rivera.
Los compañeros de Hernández en Puebla amenazaron con cerrar las válvulas si no se llegaba a un arreglo en ese conflicto y que provocaría el caos entre los jalapeños. El gobierno estatal intervino y conjuró la huelga ante la falta de capacidad negociadora de las autoridades municipales de Ahued.
Para evitar que se repita la amenaza de desabasto de agua en la capital del estado por la presión sindical o de los quimitlences, los alcaldes de Jalapa y Quimiltlán firmaron un convenio de mutuo apoyo.
Oro para empresas
Sin embargo, otros municipios veracruzanos enfrentan problemas similares. Algunos ya causaron disputas entre habitantes por la posesión de pozos de agua y espacios de suministro.
Ante tal situación ha surgido el auge de empresas purificadoras de agua —de dudosa procedencia y calidad sanitaria—, que venden el garrafón de 19 litros a 18 pesos. La escasez y desabasto doméstico del líquido permitió a la transnacional Coca Cola comercializar agua purificada como uno más de sus productos.
Ese negocio particular prospera porque el líquido que proviene del Sistema de Agua no es potable y por tanto debe hervirse, lo que resulta oneroso por el alto consumo de gas doméstico. Además, ante el total desdén de las autoridades, algunos particulares venden pipas de agua con precios que oscilan entre 200 y 500 pesos, en el estiaje. Oro por agua, buen negocio.
No es casual entonces que especialistas de la CNA, de la Comisión Estatal del Agua, las Comisiones Municipales de Agua y Saneamiento(CMAS) y hasta sacerdotes, adviertan a los veracruzanos de que se agoten los mantos acuíferos y de la inminente guerra por el agua.
Obsoleta y excluyente
Víctor González Jiménez especialista hidráulico y asesor de la CNA explica que la infraestructura hidráulica de Jalapa data de 1900.
“Muchos de los drenajes todavía son petrificados — a base de cal — y al reparar algunos tramos en el centro de la ciudad, ocasionan enormes cavernas. Si no los arregláramos, hasta el camión de la basura se iría por ahí” ironiza.
Subraya que desafortunadamente, Jalapa fue abandonada políticamente hace 40 o 50 años, y para tener la infraestructura que su población requiere se requerirían al menos 2 mil millones de pesos.
Denuncia el especialista hidráulico que “los recursos que entonces llegaban al Estado iban para Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica y Jáltipan porque eran zonas petroleras y a Jalapa la dejaron como una ciudad burocrática—estudiantil”.
Futuras sequías
Para la Comisión Nacional del Agua en el pasado medio siglo la disponibilidad de agua por habitante en el país bajó en 60 por ciento y de continuar esta tendencia sobrevendrá una crisis de desabasto en pocos años.
El organismo señala que en 1950 el recurso disponible per cápita era de 11 mil metros cúbicos, mientras que en este momento es de 4 mil 600 metros, lo cual aún está dentro de las normas internacionales.
De mantenerse la sobrexplotación de acuíferos, el bajo tratamiento de aguas residuales y el mal uso del líquido, la problemática se agudizará en la próxima década y ahora, los conflictos por el recurso ya se extienden a gran parte del territorio nacional.
Para el 2010, el gobierno mexicano tiene el desafío de abastecer de agua a la mitad de la población que carece del recurso, que representan 10.6 millones de personas, conforme al compromiso asumido en la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo.
La solución a este problema desde Conagua y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es: privatizar el recurso.
Para Conagua, es necesario eliminar los subsidios al servicio de agua potable, a los que llama un "incentivo perverso" en la actualización de las Estadísticas del Agua en México.
En igual sentido, para la OCDE el manejo del líquido en México es “insustentable” pues la inversión en infraestructura es de las más bajas —apenas la mitad de lo necesario para alcanzar un escenario sano—.
Agrega la OCDE que no se respetan las normas y las pérdidas en el suministro son elevadas, al tiempo en que se sobrexplotan las aguas subterráneas y que, hasta ahora, los aspectos ecológicos de la calidad del líquido reciben poca atención.
Por lo anterior, ese organismo internacional recomienda a México aumentar la inversión para cumplir con los objetivos del 2025 y las metas de Johannesburgo para 2015 para reducir a la mitad a la población mundial sin agua potable.
Para ello, el organismo plantea que debe alentarse a las empresas proveedoras de agua potable y de manejo de aguas residuales para que obtengan la certificación ISO y elevar el funcionamiento operativo de las plantas de tratamiento. Recomienda mejorar la eficiencia del uso de líquido para la agricultura de riego, así como adoptar medidas para detener la sobrexplotación de mantos acuíferos.
Conagua considera en sus informes que a las necesidades de inversión para abatir el rezago existente y cubrir la nueva demanda de agua potable y alcantarillado se suman problemas financieros, técnicos, organizativos e institucionales de los prestadores de servicios.
"El agua gratuita o subsidiada significa un incentivo perverso que favorece el derroche y la ineficiencia. La desaparición de los subsidios al precio del agua resulta prioritario. Los precios deben estructurarse sobre bases transparentes que permitan la recuperación total del costo y que incluyan criterios económicos y ambientales" prevé Conagua.
Aunque las acciones del organismo permitieron dotar de agua a 7 millones de personas, persisten 10 millones sin el recurso. Con los decretos de condonación de derechos por descargas de aguas residuales, se espera que en 2007 las poblaciones mayores de 20 mil habitantes podrán tratar todo ese líquido.
Finalmente, la catedrática de la UV, Carolina Ochoa Martínez enfatiza el aspecto educacional. El mal uso del agua provoca desequilibrio en la naturaleza, pues sólo 2.53 por ciento del agua es dulce y “por ello urge que la población sea conciente del adecuado manejo de este precioso líquido”.
La universitaria propone acciones urgentes: informar sobre el uso adecuado del agua, restringir gradualmente su uso a industrias por leyes, establecer plantas de reciclaje para las aguas residuales y administrarlas para que brinden mejor servicio, promover proyectos innovadores y aumentar el número de lugares de almacenamiento.
Agua bendita
La gravedad de esta situación también fue revelada por una investigación de Sergio Obeso Rivera obispo de Jalapa. En él establece que México — uno de los siete países mega diversos del mundo—, está al borde de una grave crisis de aprovechamiento y manejo del agua.
Indica la investigación del prelado: “las principales fuentes de abastecimiento de agua potable del país se están agotando; unas se encuentran convertidas en focos de infección y otras están casi secas o en el límite de su vida útil.
“78 por ciento de las aguas residuales y 85 por ciento de las industriales se vierten en los cuerpos de agua naturales sin tratarse (de todas las aguas residuales sólo se trata del 24 por ciento)”, cita el texto.
Lo más grave, agrega el tres veces presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) , es que en las redes municipales se fuga el 50 por ciento del agua; 55 por ciento del agua agrícola se pierde por evaporación e infiltración.
A lo anterior se suma que “el promedio de la precipitación en México es de 777 mm anuales y su distribución es muy irregular” (hay regiones que padecen sequía y otras inundaciones) y en general, las lluvias se acotan a un periodo restringido que pocas veces va mas allá de junio a septiembre”.
En aprovechamiento de agua, el documento del presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social explica que casi el 83 por ciento del volumen total se destina al riego, 12 por ciento para uso doméstico, 3 por ciento al uso industrial y el 2 por ciento restante a la acuacultura.
Hay que considerar – acota Obeso Rivera—, que la demanda se concentra en los centros urbanos e industriales, en tanto que no todas las zonas rurales poseen sistemas de riego.
“Por lo menos 40 núcleos urbanos, los más extensos y de mayor desarrollo económico, enfrentan serios problemas para asegurar el suministro de agua potable. Al menos 16.5 por ciento de las poblaciones mexicanas tienen graves problemas para conseguir agua potable para el consumo doméstico y más del 20 por ciento no tienen servicio de alcantarillado.
1 comentario:
Muy buena nota, la problematica del agua en Tamalin simepre ha sido tema de campaña al igual que en otras localidades como Naranjos, pero que se ha hecho realmente para solucionarla, ahora con la epoca de estiaje que se vive en la zona esto ha empeorado. cuando invertiran en infraestructura adecuada para darle solucion? URGE tomar cartas en el asunto pero a la voz de ya, adelante mis autoridades ahora es cuando se debe manifestar esa union por gobernar.
Publicar un comentario