Joan Manuel Serrat regresa a México, lugar que visita cada año, ahora para presentar su nuevo material discográfico titulado Hijo de la luz y de la sombra; además, compartió su manera de crear y disfrutar la vida siempre con una sonrisa.
Joan Manuel Serrat no tiene palabras suficientes para describirse, no entra en esa tarea, él simplemente se dedica a ser, a disfrutar el tiempo, a tomar de él la inspiración que proviene de algunos momentos afortunados y otros no tanto, sin hacer diferencia entre el pasado y el presente.
“El tiempo lo he visto siempre con preocupación y entusiasmo. Preocupación por las cosas que de alguna manera no me gustan; y entusiasmo, para enfrentar el mundo y su circunstancias: estar vivo es esto”, declaró el cantautor, quien ya se encuentra en México, en donde ofrecerá nueve conciertos, dos de ellos en el Auditorio Nacional.
En ese tiempo, recorrido a lo largo de su vida y su trayectoria como artista, es precisamente México uno de los lugares que más lo han marcado y que desde hace 40 años visita con regularidad, al grado de llamarlo incluso “su casa”, como lo fuera durante su exilio.
“Uno es en la vida, lo que le ha ocurrido y donde ha dejado rastros y de donde se ha llevado también cosas. Mantuve una relación muy cercana y tengo en este país amigos y amores suficientes como para poder tenerlo en la espina dorsal, para que mi vida se consolide, es algo natural”, afirmó el compositor, quien luego de más de tres años regresa a los escenarios con un nuevo material discográfico.
Hijo de la luz y de la sombra es el título de este nuevo trabajo basado en los poemas de Miguel Hernández, a quien le rinde un merecido homenaje al cumplir los 100 años de su natalicio y de quien toma sus obras para llenarlas de música, debido al estilo que el poeta de origen español imprimió en sus letras.
“Hay una conmoción de unos versos que te pillan las tripas y te dan vuelta. Luego uno descubre muchas más cosas: la grandeza del poeta en algo que no todos tienen, que es un universo propio y Hernández genera unos versos a partir de un universo único y propio que no conozco en nadie más”, reveló el catalán, quien también resaltó la importancia de la atemporalidad y la universalidad.
“Yo creo que la grandeza de los grandes artistas es que atraviesan el tiempo y las circunstancias con toda naturalidad, las obras, lo que cuentan, lo que imaginan, lo que plasman, no forma parte de un tiempo, sino que aunque está escrito en un tiempo y para un tiempo, la calidad que tiene le hace atravesar y poder situarse en otro tiempo en otras circunstancias”, agregó, incluyendo al poeta Hernández en esta declaración.
Tomando la risa como principal herramienta al hablar de su propia vida, de su carrera e incluso de las situaciones del día a día, Serrat se queda en el presente, suspira por el futuro, pero no se adelanta, no tiene prisa aunque naturalmente siga tomando detalles de cada instante para llenar su vida en la que el artista “es solamente la consecuencia” de un trayecto con la preocupación de sentir.
“La vida tampoco es tan preocupante, lo que me preocuparía es que no me doliera. Esto es lo que tengo, no tengo otro mundo, lo que veo, lo que huelo, lo que escucho, lo que toco, todo lo que en fin, de alguna manera, interiorizo y escribir me sirve no solamente para compartirlo con los demás, sino para exorcizar mis propios demonios”, concluyó con el sonido de una sonrisa como fondo que demuestra la “extraordinaria” salud, que ahora lo acompaña y que marca que aún hay Serrat para un buen rato.
Las fechas en México
Pachuca - Gota de Plata – 2 de febrero.
Ciudad de México - Auditorio Nacional - 4 y 5 de febrero.
León - Manuel Soblado – 7 de febrero.
Puebla - Centro Cultural Universitario - 9 de febrero.
Monterrey - Audutorio Banamex – 11 de febrero.
Guadalajara - Auditorio Telmex – 13 de febrero.
Veracruz - Teatro de la Reforma – 15 de febrero.
Tuxtla – Polyforum – 17 de febrero.
El disco
Hijo de la luz y de la sombra, es su más reciente material de estudio, basado en poemas de Miguel Hernández.
Las presentaciones en México incluirán algunos fragmentos cinematográficos de directores como Bigas Luna o Isabel Coixet.
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