Esta
es la penúltima semana de proselitismo para todos los abanderados y
solo restan trece días para la jornada electoral a la que están
convocados 5.4 millones de ciudadanos. Claro, la cifra es de los que
están inscritos en el padrón electoral aunque la realidad apunta a que
sufragará alrededor de un 60 por ciento, es decir, poco más de 3
millones de personas, de acuerdo a las estimaciones de los analistas.
Para algunos el nivel de abstencionismo podría ser mayor del 40 por
ciento debido al desencanto con la clase política – lo que se dice cada
año de elecciones- y por la intención de algunos por impulsar
abanderados ficticios como el “Candigato Morris”.
La idea de promocionar felinos como si fueran políticos nació en Jalapa y se expandió a otros municipios con el supuesto fin de acopiar el voto inconforme de los ciudadanos hacia los candidatos formales, una especie de voto nulo para castigar a los partidos. Empero, la intención es más dañina que inocente pues la experiencia histórica ha enseñado que el abstencionismo y el voto nulo siempre benefician al partido oficial ya que mientras menos votos haya para contar más posibilidades hay para transar. Es algo que deben tener en cuenta todos los ciudadanos que pudieran verse tentados a sufragar por un minino en lugar de un candidato formal.
La recomendación es que todos ejerzan sus derechos políticos, salgan a votar y lo hagan, a favor o en contra de determinado candidato o partido, pero lo hagan, y no permitan que el sufragio se pierda o lo manipulen terceras personas. Los veracruzanos no deben estar ajenos a las cuestiones políticas ni a las electorales. Si están hartos de determinada forma de gobierno, de funcionarios corruptos, de falsos representantes populares o de los alcaldes ladrones que lo digan a través del voto. No se vale voltear la cara y olvidarse del asunto. Se equivocan aquellos que se cansan de decir que no creen en la política y por ende, la desprecian convocando a desentenderse del asunto y alejarse de las urnas.
De tal suerte que desechar el voto en estos tiempos es tirar un tesoro a la basura, dárselo a Morris u a otro candidato de paja que son meras trampas para seguir el juego de los que apuestan al desperdicio de la decisión ciudadana. Y la reflexión se cierra con lo dicho por el político español Alfredo Pérez Rubalcaba: “Cuanto menos se tiene, más importante es tu voto. Los votos construyen hospitales, escuelas, obras. Con la indiferencia no se construye nada”.
LOS COME-SANTOS
Con mala suerte andan los hermanos Mollinedo en la zona centro, mismos que en los últimos años lucraron a su gusto con cargos públicos. La semana pasada por mandato de los tribunales se ordenó cambiar de la candidatura a la diputación local por el distrito de Huatusco, a Marcos Mollinedo Hernández, alcalde con licencia de Atoyac. Al cuarto para las doce se le cayó la postulación. Y al hermano, Agustín Mollinedo, exsecretario de Carreteras del gobierno estatal, le estalla un escándalo en plena campaña por la alcaldía de Atoyac, la cual pretende heredar de su hermano pero apuntalado por el tricolor.
La semana pasada un juzgado ordenó que se le embargara el 50 por ciento de sus ingresos como productor de caña y socio de empresas de transporte de pasajeros, y ese dinero será entregado a su exesposa, Yolanda Burgoa para la manutención del hijo de ambos. El señor Mollinedo se negaba mantener a su hijo y hasta donde se sabe, el candidato priista no solo se rehusaba a asumir las responsabilidad sino también amenazó a la madre para que no exigiera nada pues se decía “muy influente” y estar “bien parado” con el secretario general de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón. Las influencias no le alcanzaron y ahora tendrá que entregar la mitad de sus ingresos mensuales.
Vaya, tan persignado Buganza que asiste a misa todas las mañanas y comulga pero cuando se trata de despojar a mujeres e hijos desamparados, no repara en pecar. El dúo Buganza-Mollinedo se había confabulado contra la señora Burgoa y nada más faltaba que la metieran a la cárcel como hizo con su exmujer el ministro jubilado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Genaro Góngora Pimentel. A este tipo de individuos se les llama “come-santos y caga-diablos”.
EL YUNQUE Y EL CHAPO
El aspirante priísta a la alcaldía de Boca del Río, Sergio Pazos Navarrete se pregona como “candidato ciudadano” y rechaza ser de los políticos de siempre pero se rodea de ellos y los usa para promocionarse. Y lo peor se apoya en panistas, no en priístas. Ejemplo de lo anterior son los eventos realizados en los últimos días con dos personajes cuestionados a nivel nacional por su desempeño público y ambos han estado al servicio del blanquiazul. Uno es su tío Luis Pazos de la Torre, fervoroso de la ultraderecha, ligado al grupo clandestino El Yunque, cercano al nacional socialismo, es decir, el Nazismo, según lo documenta el periodista Alvarado Delgado en su libro “El Yunque, la ultraderecha al poder”.
También en el libro “Los Malos Pasos de Luis Pazos”, del investigador José Antonio Hernández Farías se analizan todas las propuestas del economista con tendencia a servir a los ricos y castigar a los pobres. Si por Pazos fuera, a todos los pobres se les exterminaría porque son un estorbo, señalan. A Pazos se le compara con Jorge Serrano Limón el titular de Provida. Nada más con eso hay que darse una idea de qué clase de persona es. Y por el otro lado, Pazos Navarrete se exhibe al lado del exprocurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, uno de los tres “altos funcionarios” del gobierno del panista Vicente Fox que se confabularon y organizaron la fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, de acuerdo al libro “Los Señores del Narco” de la periodista Anabel Hernández.
Vaya ironía, Pazos Navarrete presenta su programa de seguridad a los boqueños trayendo para respaldarlo a uno de los sospechosos de permitir la fuga de uno de los delincuentes más buscados a nivel internacional. Algo impúdico, ¿no creen?. Además, el tema de El Chapo Guzmán ha sido utilizado hasta el cansancio contra el panista Miguel Ángel Yunes Linares tanto por la fidelidad como por el duartismo, y ahora se lo endilgan a Pazos para promocionarlo. No me ayudes compadre.
La idea de promocionar felinos como si fueran políticos nació en Jalapa y se expandió a otros municipios con el supuesto fin de acopiar el voto inconforme de los ciudadanos hacia los candidatos formales, una especie de voto nulo para castigar a los partidos. Empero, la intención es más dañina que inocente pues la experiencia histórica ha enseñado que el abstencionismo y el voto nulo siempre benefician al partido oficial ya que mientras menos votos haya para contar más posibilidades hay para transar. Es algo que deben tener en cuenta todos los ciudadanos que pudieran verse tentados a sufragar por un minino en lugar de un candidato formal.
La recomendación es que todos ejerzan sus derechos políticos, salgan a votar y lo hagan, a favor o en contra de determinado candidato o partido, pero lo hagan, y no permitan que el sufragio se pierda o lo manipulen terceras personas. Los veracruzanos no deben estar ajenos a las cuestiones políticas ni a las electorales. Si están hartos de determinada forma de gobierno, de funcionarios corruptos, de falsos representantes populares o de los alcaldes ladrones que lo digan a través del voto. No se vale voltear la cara y olvidarse del asunto. Se equivocan aquellos que se cansan de decir que no creen en la política y por ende, la desprecian convocando a desentenderse del asunto y alejarse de las urnas.
De tal suerte que desechar el voto en estos tiempos es tirar un tesoro a la basura, dárselo a Morris u a otro candidato de paja que son meras trampas para seguir el juego de los que apuestan al desperdicio de la decisión ciudadana. Y la reflexión se cierra con lo dicho por el político español Alfredo Pérez Rubalcaba: “Cuanto menos se tiene, más importante es tu voto. Los votos construyen hospitales, escuelas, obras. Con la indiferencia no se construye nada”.
LOS COME-SANTOS
Con mala suerte andan los hermanos Mollinedo en la zona centro, mismos que en los últimos años lucraron a su gusto con cargos públicos. La semana pasada por mandato de los tribunales se ordenó cambiar de la candidatura a la diputación local por el distrito de Huatusco, a Marcos Mollinedo Hernández, alcalde con licencia de Atoyac. Al cuarto para las doce se le cayó la postulación. Y al hermano, Agustín Mollinedo, exsecretario de Carreteras del gobierno estatal, le estalla un escándalo en plena campaña por la alcaldía de Atoyac, la cual pretende heredar de su hermano pero apuntalado por el tricolor.
La semana pasada un juzgado ordenó que se le embargara el 50 por ciento de sus ingresos como productor de caña y socio de empresas de transporte de pasajeros, y ese dinero será entregado a su exesposa, Yolanda Burgoa para la manutención del hijo de ambos. El señor Mollinedo se negaba mantener a su hijo y hasta donde se sabe, el candidato priista no solo se rehusaba a asumir las responsabilidad sino también amenazó a la madre para que no exigiera nada pues se decía “muy influente” y estar “bien parado” con el secretario general de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón. Las influencias no le alcanzaron y ahora tendrá que entregar la mitad de sus ingresos mensuales.
Vaya, tan persignado Buganza que asiste a misa todas las mañanas y comulga pero cuando se trata de despojar a mujeres e hijos desamparados, no repara en pecar. El dúo Buganza-Mollinedo se había confabulado contra la señora Burgoa y nada más faltaba que la metieran a la cárcel como hizo con su exmujer el ministro jubilado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Genaro Góngora Pimentel. A este tipo de individuos se les llama “come-santos y caga-diablos”.
EL YUNQUE Y EL CHAPO
El aspirante priísta a la alcaldía de Boca del Río, Sergio Pazos Navarrete se pregona como “candidato ciudadano” y rechaza ser de los políticos de siempre pero se rodea de ellos y los usa para promocionarse. Y lo peor se apoya en panistas, no en priístas. Ejemplo de lo anterior son los eventos realizados en los últimos días con dos personajes cuestionados a nivel nacional por su desempeño público y ambos han estado al servicio del blanquiazul. Uno es su tío Luis Pazos de la Torre, fervoroso de la ultraderecha, ligado al grupo clandestino El Yunque, cercano al nacional socialismo, es decir, el Nazismo, según lo documenta el periodista Alvarado Delgado en su libro “El Yunque, la ultraderecha al poder”.
También en el libro “Los Malos Pasos de Luis Pazos”, del investigador José Antonio Hernández Farías se analizan todas las propuestas del economista con tendencia a servir a los ricos y castigar a los pobres. Si por Pazos fuera, a todos los pobres se les exterminaría porque son un estorbo, señalan. A Pazos se le compara con Jorge Serrano Limón el titular de Provida. Nada más con eso hay que darse una idea de qué clase de persona es. Y por el otro lado, Pazos Navarrete se exhibe al lado del exprocurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, uno de los tres “altos funcionarios” del gobierno del panista Vicente Fox que se confabularon y organizaron la fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, de acuerdo al libro “Los Señores del Narco” de la periodista Anabel Hernández.
Vaya ironía, Pazos Navarrete presenta su programa de seguridad a los boqueños trayendo para respaldarlo a uno de los sospechosos de permitir la fuga de uno de los delincuentes más buscados a nivel internacional. Algo impúdico, ¿no creen?. Además, el tema de El Chapo Guzmán ha sido utilizado hasta el cansancio contra el panista Miguel Ángel Yunes Linares tanto por la fidelidad como por el duartismo, y ahora se lo endilgan a Pazos para promocionarlo. No me ayudes compadre.
Por Andrés Timoteo, Notiver
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