Y POR BOCA VA CHIQUI-YUNES!
Por Andrés Timoteo
REYES DE LA MAROMA
En el circo de la política se cumplen los plazos y ayer, en plena Semana Santa, comenzaron las maromas de los alcaldes hacia las candidaturas a otros cargos de elección popular y por eso, el congreso local aprobó las primeras 13 licencias de ediles y en el listado de chapulines, resaltan varios de ellos por ser monarcas del brinco convenenciero y estar en condiciones de no ser presentados ante el electorado por la cola que arrastran. Uno que ya se ganó el mote de Rey de la Maroma, porque ya acumula cuatro chambas que ha dejado botadas en los últimos ocho años, es el cordobés Francisco Portilla Bonilla que se separa del cargo edilicio para inscribirse como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la diputación por el distrito 16.
Portilla se convirtió, en el 2005, en alcalde de la Ciudad de los Treinta Caballeros – aun sin ser originario del municipio sino de Tierra Blanca- pero no termina el trienio pues en los primeros meses del 2007 brinca a la candidatura por la diputación local. Ya estando en el congreso estatal, donde apenas dura algunos meses, saltó la Subsecretaria de Gobierno. Y pocos meses después renuncia a ese cargo para convertirse otra vez en abanderado al ayuntamiento cordobés pese a que juró ante la prensa que no buscaría esa nominación y se atrevió a pedir que “lo dieran por muerto” para una nueva encomienda electoral.
Si el saltimbanqui Portilla está acostumbrado a no cumplir ni siquiera las promesas que se hace así mismo, mucho menos cumplirá las que hace a los electores cada vez que va a pedirles el voto. Ahora repite la misma historia pues deja tirada nuevamente la encomienda municipal y por eso le queda al dedillo el refrán de “gallina que come huevo, aunque le quemen el pico”. Otro grillo saltador que van por el mismo rumbo es el inefable Renato Tronco Gómez, dos veces alcalde de Las Choapas –la primera abanderado por el PAN y la segunda por el PRI, y también diputado local, bajo las siglas del blanquiazul, partido que abandonó para convertirse en legislador “independiente” con voto comprometido para las iniciativas de palacio de gobierno y del tricolor.
Esto porque la fidelidad le dio impunidad, al no procesarlo penalmente por el asesinado del regidor panista Alfredo Pérez Juárez, ocurrido en junio del 2006. Las pesquisas de la Procuraduría de Justicia apuntaban hacia Tronco Gómez como autor intelectual del crimen pero la investigación fue congelada a cambio de que renunciara al PAN y se sumara al PRI. Renato Tronco es el segundo Rey de la Maroma y salta no solo de cargo en cargo sino también de partido en partido pues en el 2010 llegó a la alcaldía de Las Choapas por segunda ocasión bajo la siglas del Partido Revolucionario Veracruzano (PRV), hoy ya desaparecido.
Un tercer saltador de antología es el panista Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, alcalde de Tantoyuca en tres ocasiones, en los periodos 1998-200, 2005-2007 y 2010-2013, aunque este último podría no terminarlo ya que solicitó licencia por 60 días y es inminente que se inscriba para la candidatura a la diputación local. De ganar los comicios, Guzmán Avilés seria por tercera ocasión legislador local pues ya lo fue en el año 2000, luego en el 2008 cuando suplió a su hermana, Rosario Guzmán. Apodado El Chapo, en una alusión morbosa al capo del Cartel de Sinaloa, El Chapo Guzmán, el tanyoyuqueño es igual jefe de una banda pero política, que controla para Acción Nacional buena parte de la región norte de Veracruz.
Desde hace años se convirtió en un cacique panista que logró integrar un padrón impresionante de militantes en aquella región al grado de desbancar en número al listado de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río que se había mantenido como el más abultado. Y eso militantes bajo control de Guzmán han dando golpes estratégicos con repercusiones nacionales. Por ejemplo, en el 2006 el voto de la zona norte de Veracruz ayudó a que Felipe Calderón Hinojosa se convirtiera en candidato del PAN a la Presidencia de la República y sirvió para frenar al entonces poderoso exsecretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda.
El año pasado el voto de los panistas huastecos ayudó a que Fernando Yunes Márquez se convirtiera en candidato de primera formula al senado. La alianza de Guzmán Avilés y el clan de los Yunes se ha mantenido durante los últimos ocho años y va de nueva cuenta para este proceso electoral aunque la duda a despejar será si se mantiene el control del tantoyuqueño tras la depuración del padrón de Acción Nacional y si su cacicazgo sigue vigente o está por fenecer.
El otro chapulín que ayer dio el salto es Alfredo Gándara Andrade, exvocero de la fidelidad y quien dejó botada la chamba en Poza Rica para ir de candidato a la diputación local. Los malos augurios rodean a este personaje que ha acumulado enemigos desde que intrigaba en palacio de gobierno al lado del innombrable. En su terruño, Poza Rica, se peleó con todos, incluyendo a los del gremio petrolero que son los que aportan votos y recursos para hacer ganar o perder a los candidatos. Además tiene como enemigo jurado al exsecretario de Salud y exalcalde, Pablo Anaya, quien mantiene un fuerte grupo político en la zona y ha jurado sobre una biblia ponerle toda clase de obstáculos para hacerlo morder el polvo el 7 de julio.
Otro fidelista que se va dando de brincos es el NiNi, Adolfo Ramírez Arana, alcalde de Paso de Ovejas. Sin haber hecho nada bueno por su municipio más que llevarle la tragedia de la delincuencia, ahora este personaje buscará la diputación por el distrito de La Antigua. Su virtual candidatura así como la de Renato Tronco desbaratan el compromiso tan cacareado de que el PRI no postulará a gente envuelta en asuntos oscuros y delictivos. Como se recordará, en el 2011 el crimen organizado asesinó a ocho familiares de Ramírez Arana y el propio edil anduvo a salto de mata varias semanas.
Mientras tanto, a Renato Tronco no solo se le atribuye el crimen del regidor panista Alfredo Pérez sino que ha sido acusado por el exalcalde de Las Choapas, Antonio Pouchulen Cárdenas de ordenar un atentado en su contra para asesinarlo en el año 2008 y por el periodista Octavio Orozco Salmerón de amenazarlo de muerte en el 2011. Al líder estatal del tricolor, Erick Lagos, tendrán que costearle una cirugía para reimplantarle la lengua porque, al postular a estos y otros impresentables, se la morderá tan fuerte que es seguro que se la cercene.
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