Hace seis meses te mataron. 180
días de silencio, de complicidades, de miedo, de terror…
En
vísperas de la visita de los difuntos sé que andarás por estos lares. Podrás
constatar como aquellas y aquellos que lloraron por tu muerte te han olvidado.
Algunos, incluso, disfrutan de viajes al extranjero a cargo del erario. Pero
bueno, dirás que es normal en un gobierno y un gremio que se sustenta de la
corrupción. De nuevo tienes razón…
Pero
también sabrás que mataron al hijo de Humberto Moreira –cuyo perfil político lo
hace parecer ‘como de casa’-. Por supuesto que le dolió (era un hijo,
chingaos). Incluso acusó al ‘Z-40’ de ser responsable de la muerte de su
vástago. También señaló a la iniciativa privada de Coahuila de enriquecerse con
el lavado de dinero (¿sólo la de Coahuila?), y habrá de decir más, porque de
ser un ‘intocable perdonavidas’, ahora es uno más en las listas de ‘víctimas
colaterales’. ¿Acaso tendremos que acusar de recibo en Veracruz?
Por
cierto, enterada estás que en nuestro estado la clase gobernante condenó los
ataques a la libertad de expresión. La violencia contra periodistas y la
intolerancia de grupos hacia quienes ejercen la función de informar. A dicha
condena se sumaron el Gobierno Federal, Televisa, decenas de opinólogos,
columnistas, articulistas y caricaturistas de México, Veracruz y Xalapa. La
causa: un par de jóvenes osaron aventar dos huevos a Adela Micha. Uno dio en su
pecho, el otro ni la rozó. Y este ataque es y ha sido imperdonable. ¿Por qué te
ríes…?
Quizá
ahora que vengas extrañarás a compañeros y amigos tuyos. Ya no están. Se fueron
de Veracruz y del país. Huyeron. Tenían miedo de morir. De ser asesinados. Tuvieron
miedo de quienes viven de nuestros impuestos. Por eso se fueron. Porque no
creen en el discurso oficial, ni en comisiones de protección a periodistas, ni
en fiscalias especiales, ni en comisiones de derechos humanos, ni en nada que
tenga tufo oficial. Porque para no creer basta ver la uniformidad informativa
que ‘trabajan’ los dueños y prestanombres de medios de comunicación. Normal,
dirías tú, en un gobierno y un gremio que se revuelca en el copro social.
Como
verás nada ha cambiado desde tu ausencia. Siguen las intimidaciones. Sigue la
ineptitud oficial. Sigue la soberbia institucional (soberbia que trata de
ocultar carencias, complejos y traumas). Sigue la simulación. Sigue el premio y
castigo con dinero. Siguen ‘orejeando’ los palurdos convertidos en ‘jefes’. En
fin, sigue la misma mierda que denunciaste, exhibiste y documentaste. Pero
también sigue la esperanza. Esa aún no muere.
Aunque
no fuimos amigos (como muchos que hoy pregonan ese privilegio) compartimos por
un tiempo la redacción, el cigarro y el café. Por eso, ahora que vengas de
visita, por favor pasa por casa. Ahí, junto a la veladora encendida encontrarás
el último número de ‘Proceso’, un par de cigarros y una taza de café. No hace
falta más para volver a platicar.
Hace
seis meses te mataron. Hoy lo sé: tus asesinos gozan de cabal salud…
EL 28 DE ABRIL DE 2012 ASESINARON A REGINA MARTÍNEZ. SEGUIMOS ESPERANDO JUSTICIA.
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