Tamuín, S. L. P.- Ya ni su recuerdo queda.
Así lo indica la tumba enmontada y sus cadenas oxidadas, aquí en el panteón municipal.
Se dice que en los primeros días había un guardia permanente frente a la loza de concreto que es la tumba.
No fueron pocos los que llegaron a bailotear y a pronunciar palabras más o palabras menos: Ahora sí te llevó la chingada… hijo de tu…
Y es que eran muchas las que debía, los agravios.
Se le acusaron cientos de muertes por oponerse a sus designios políticos. A sus adversarios simplemente los mandaba “tronar” a través de su pistolero favorito El Mano Negra (siempre llevaba un guante negro en su diestra, cuando hacía sus trabajitos).
Aquí perdió su última batalla el ex cacique Gonzalo N. Santos. Aquí le rinde tributo a la madre tierra. Descansar para siempre aquí, dicen que fue una de sus últimas voluntades.
Hombre inmensamente rico, pudo haber sido sepultado en cualquier parte del país, donde tenía residencias.
La versión popular dice que murió “de coraje” cuando el Presidente López Portillo le expropió, o afectó sin pago alguno, su rancho El Gargaleote que tenía la nada despreciable cantidad de 87 mil hectáreas.
LA MORAL, ARBOL QUE PRODUCE MORAS
Fue el cacique regional más terrible del siglo XX en México.
Antes de fallecer escribió sus memorias en que, con cinismo, da cuenta de raterías que cometió en el gobierno, y hasta detalles de asesinatos que ordenó.
Según sus palabras:
-La moral es un árbol que da moras, o vale pa´ una chingada.
Hay quien lo comparó con otros folklóricos de fechas recientes, como Oscar Flores Tapia, Rubén Figueroa y Enrique Cárdenas González, de los tiempos de Echeverría.
-Aquí les tengo su aumento, y es de este tamaño… respondió una vez Don Rubén a un grupo de maestros que osaron solicitarle un aumento de salario.
-Yo aquí soy el gobernador, y al que no le guste, ¡que vaya y chingar a su madre! dijo un 16 de septiembre el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, también general.
El dirigente cetemista Leonardo Rodríguez Alcaine: Lo importante no es mear, sino hacer espuma…A mi lo que me dieron fue una hermana de usted compañero (al ser cuestionado por un reportero).
Y Santos:
-Mujer coqueta tira a puta.
-Caballo manso tira a penco.
-Hombre bueno tira a pendejo.
-En política, la moral vale para pura madre.
Era enemigo de los bandidos, porque decía que para bandidos bastaban y sobraban él y su gente.
Y así en su tumba, la inscripción: Primero muerto que cansado…
Se refiere al General por su nombre y su alias: El Alazán Tostado.
CINCO VECES DIPUTADO
Gonzalo Santos Santos nació el diez de enero de 1897 en Tancanhuitz, un pueblo indio de la huasteca potosina. Falleció en 1978.
Por lo menos 50 años de su vida los dedicó a la política y al cacicazgo. Fue gobernador de su estado entre 1943 y 1949.
Desde joven ingresó a la Revolución, por los motivos que le declaró al periodista Manuel Mejido.
-…Yo no fui a la Revolución por hambre. Lo hice por idealismo. Mi familia era de ganaderos acomodados, con recursos económicos, no como otros que se enrolaron por muertos de hambre…
En l921 ocupó por primera vez un cargo de elección, diputado local, cuando apenas tenía 24 de edad.
En sus memorias confiesa con cinismo: Me nombraron presidente de la legislatura y líder indiscutido (“tal vez me nombré yo mismo”). Un hermano suyo era el jefe de las milicias en San Luis. Fue cinco veces consecutivas diputado federal.
También en sus memorias se refiere al Manco de Celaya, Obregón, de quien dice que estará con él “hasta el último cartucho”.
Fundador del Partido Revolucionario Institucional, fue el poseedor de la credencial número Seis.
Cuando la Guerra Cristera fue muy bueno para cometer ejecuciones, como lo recuerda:
“…Tuvimos la satisfacción mis compañeros de armas y yo de no perder un solo combate contra los fanáticos cristeros, ni dejamos abordar ningún tren de pasajeros de la vía Laredo-México y del ramal del Río Laja a San Luis de la Paz…
LA POLITICA ES MUY SUCIA
Santos va narrando la política sucia que se hacía en la época postrevolucionaria.
Corrompía gente, pero también era bueno para recibir regalos de los políticos.
Dice que, siendo líder de la Comisión Permanente de la Cámara, siendo presidente Ortiz Rubio, decidió renunciar pues no aguantaba los enfrentamientos de los partidarios de este con el Jefe Máximo, Plutarco Elías Calles.
Tras aceptar la renuncia, Ortiz le ofreció de regalo un automóvil, pues consideraba para sí un alivio que el Alazán Tostado se retirara de su gobierno.
-Le di las gracias, aceptando su oferta; me trasladé a las calles de Bucareli donde estaban las agencias de los carros más costosos y encontré dos Pierce Arrow , un sedán de siete asientos y un coupé, los dos carros más caros de la época y, como me gustaron los dos, y no me decidía por ninguno, escogí los dos y le dije a Audifred (que así se llamaba el agente) que los facturara a mi nombre y pasara a cobrarlos al presidente de la República, lo que él verificó ese mismo día.
En San Luis Potosí se le adjudicaron siempre los asesinados de los líderes estudiantiles Germán del Campo y Fernando Capdeville.
Del segundo lo acepta en su libro.
Su cacicazgo fue combatido férreamente por el doctor Salvador Nava Martínez a partir de 1958, o desde antes.
Es de suponerse quién perdió: Nava fue a dar a la cárcel varias veces, aprehendido por el Ejército.
De cuando fue Senador de la República veamos lo que dice:
-…No bien llegué a la puerta del Senado para dirigirme a la Cámara de Diputados cuando por el costado se escuchó terrible balacera en la Cámara. Ordené a mi escolta avanzar por las dos aceras de la calle de Allende y la balacera se oía más nutrida conforme íbamos avanzando, y cuando llegamos a la esquina que ocupa la vieja cantina llamada ‘El Submarino’, testigo de muchas tragedias, salían en acelerada retirada los guardianes de Chapultepec disfrazados de paisanos…todos con pistolas en la mano y entonces, ahora sí, ordené abrir fuego sobre ellos con las ametralladoras Thompson.
LOS TRES “IERROS” DEL GENERAL
Gonzalo siempre fue un tipo violento. Su voz era la de las armas.
En sus propiedades siempre había anuncios de “prohibido el paso”, con la correspondiente calavera emblemática de la muerte.
Hay gente que todavía dice que, en El Gargaleote, tenía un cementerio particular con sus enemigos políticos.
Cuando le gustaba un rancho o propiedad, iba él o mandaba a su gente con la advertencia:
-Me lo vendes o se lo compro a la viuda.
Y sí, muchas veces las compras las hizo a viudas.
En persona Santos Santos dice en su libro que siempre aplicó la Ley de los “tres ierros” en San Luis: Encierro, entierro o destierro.
O sea, la cárcel, la muerte o la salida de la entidad, de sus enemigos.
Cuenta el periodista Mejido que, cuando lo entrevistó en el rancho La Jarrilla le preguntó a Gonzalo, después que este le contó tantas hazañas de pistolerismo.
-Y ¿a ustedes nunca les ha pasado nada?.
-No, es que nosotros sabemos defendernos!.
Entonces, el comunicador echa una mirada desde la segunda planta a los hermosos jardines del rancho, y puede observar a cuatro tipos mal encarados, con su .45 al cinto.
No había dudas, escribió Mejido, Gonzalo ciertamente sabía defenderse.
EXPROPIACION NO PAGADA
Gonzalo tenía tierras en muchas partes, pero su orgullo era El Gargaleote.
Otro rancho, llamado Tres Filos, de 17 mil hectáreas, se lo había vendido al gobierno.
La afectación de Gargaleote ocurrió el 18 de agosto de 1978; el Ejército, a las cinco y media de la mañana, tomó las instalaciones, cuando no había aparecido el decreto correspondiente.
Su hijo, el rejoneador Gastón Santos dijo entonces.
-Al Tigre le entraron por derecho cuando ya estaba viejo y ‘escopeteado’…
Ya estaba enfermo, encamado.
El once de junio de 1999, Gastón rechazó de manos del Presidente Zedillo un premio nacional de ganadería.
Dijo a la prensa:
-Mis tierras pasaron a propiedad, entre otros, de Enrique Cárdenas González, político priísta; Arturo Esper, funcionario del gobierno del estado y de Jesús González Lárraga, padre del actual asesor del gobierno estatal y asimismo, político priísta.
Externó que en lugar de la presea, preferiría que el gobierno federal cumpliera con el precepto constitucional de pagar la expropiación.
Agradeció la distinción, pero pidió que le guarden la medalla mientras le
pagan “El Gargaleote”.
SEPULTURAS DE LA FAMILIA SANTOS
Y allí también, están sepultados los restos de Doña Leola Pué de Santos, la esposa del caciqe.
Ella nació el 26 de julio de 1911 y murió el 10 de junio de 1979.
Asimismo, Víctor Manuel Santos, sobrino, quien fue asesinado el 12 de septiembre de1982, cuando sería alcalde de Tamuín, según la información.
Y está sepultado -igual en plataformas y no hay lápidas- Arturo Santos Santos, hermano de Gonzalo. Este falleció en octubre de 1979.
Sobre la plancha de concreto que contiene los restos del cacique hay una cadena de gruesos y oxidados eslabones.
Algunas letras de la inscripción han sido arrancadas.
De acuerdo con personal del panteón, solo se le rinde homenaje el 10 de enero “día de su santo”, o sea el cumpleaños.
En este cementerio muchas tumbas tienen las características de las gringas: Sin lápidas y sin cruces.
No es la excepción la del cacique y sus familiares.
La figura de Gonzalo sigue siendo de controversia.
Sin embargo, en Tamuín todo se sigue llamando Gonzalo (lo impuso su gente cuando vivía), desde la calle principal, la plaza, al mercado y las escuelas.
Se nos informa que Gastón Santos, rejoneador y artista, hijo del brigadier, vive en el rancho La Jarrilla, en esta localidad, casi en la estación del ferrocarril.
Es una enorme residencia que siempre estuvo rodeada de pistoleros.
Se dedica a la cría de caballos finos y ganado de lidia. Allí mismo se encuentra el único aeropuerto de la región. Fue construido por Gonzalo para su servicio particular.
Mas tarde el gobierno se lo incautó, pero sigue dando servicio. No hay otro para toda la región de la huasteca potosina.
Los vuelos de Ciudad Victoria a la ciudad de México, siempre hacían una escala en Tamuín.
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