por Jo Tuckerman
La mayor cadena de televisión de México
vende a prominentes políticos una cobertura favorable en su canal
insignia de noticias y entretenimiento, según muestran documentos a los
que The Guardian tuvo acceso. Los documentos, que constan de docenas de
archivos informáticos surgen justo semanas antes de las elecciones
presidenciales del 1º de julio y coinciden con la aparición de un
movimiento de protesta enérgica acusando a la red Televisa de manipular
su cobertura a favor del candidato del PRI Enrique Peña Nieto.
Los documentos, que parecen haber sido creados hace varios años, incluyen:
- Un esquema de tasas aparentemente para crear un perfil nacional de Peña Nieto cuando fue gobernador del Estado de México.
- Una estrategia de medios detallada y diseñada explícitamente para golpear al aspirante de la izquierda a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, quien es el más cercano rival del priista.
- Existen también acuerdos de pago, lo que sugiere que la Oficina del ex Presidente Vicente Fox ocultó el exorbitante gasto público en la promoción en medios.
Si bien no ha sido posible confirmar la
autenticidad de los documentos que llegaron a The Guardian por una
fuente que trabajó en Televisa, extensas comprobaciones cruzadas han
demostrado que los nombres, fechas y situaciones mencionan en gran
medida “la línea” hasta con eventos. También existe evidencia que
sugiere que las propuestas de acciones sí se llevaron a cabo. Las
denuncias llegan en un momento crucial para Peña Nieto, el candidato
del Partido Revolucionario Institucional: recientes encuestas de
opinión muestran que su ventaja sustancial ha descendido y se empieza a
erosionar el rol de Televisa en su papel de hacedor del político y se
ha convertido en un tema central de la campaña en su contra.
En un país donde los lectores de
periódicos son mínimos y el alcance del internet y TV por cable siguen
siendo limitados en gran medida a las clases medias, Televisa y su rival
TV Azteca ejercen una poderosa influencia sobre la política nacional.
Televisa, el mayor imperio de medios de comunicación en el mundo de
habla hispana, controla alrededor de dos tercios de la programación de
televisión abierta en México. Al parecer los documentos fueron
desarrollados por el Radar Servicios Especializados, una empresa de
marketing dirigida por Alejandro Quintero, Vicepresidente de Televisa.
Contactado por The Gardian, Televisa se
negó a aclarar la relación entre el Radar y esa empresa, o bien el papel
de Quintero en las dos empresas, si primero no veía los documentos.
Es decir, un portavoz se negó a comentar sobre los alegatos sin ver los
archivos. “No podemos dar una opinión sobre información y documentos
que no conocemos”, dijo. Muchos de los archivos de computadora, vistos
por The Guardian se guardaron bajo el nombre de Yessica de Lamadrid,
que en aquel entonces era una empleada de Radar y amante de Peña Nieto.
De Lamadrid, dijo a The Guardian, que creía que los documentos eran
falsificaciones.
Uno de los documentos es una
presentación de PowerPoint que afirma explícitamente su objetivo de
asegurarse de que López Obrador no gane las elecciones de 2006. Al
parecer fue creado después de la medianoche del 4 de abril de 2005,
horas antes de que se informara que el Presidente Fox y los jefes de
Televisa y TV Azteca se habían reunido. Fox se enfrentó a crecientes
críticas por su intento de desaforar a López Obrador, entonces
alcalde de la ciudad de México. El documento esboza medidas a corto
plazo para controlar la reacción, un período de luto nacional por el
reciente fallecimiento del Papa Juan Pablo II para distraer la atención.
Al día siguiente, Fox declaró un día de luto para el Pontífice.
Las estrategias a largo plazo proponen
desmantelar la percepción pública de que López Obrador era un mártir,
al aumentar la cobertura de noticias de la delincuencia en la capital y
revisar viejos casos de corrupción de sus antiguos aliados. El plan
también preveía promover historias personales de los crímenes sufridos
en la capital por celebridades del espectáculo e instando a los
habitantes del Big Brother a hacer lo mismo. Algunas celebridades de
Televisa hicieron exactamente eso, tanto en programas de farándula como
en la versión mexicana de este programa transmitido en mayo.
El documento también informa que los
libretistas de un popular show de sátira política llamado El
Privilegio de Mandar fueron instruidos para que el personaje
representado por López Obrador pareciera torpe e inepto. El último
episodio de la serie, emitida inmediatamente después de las elecciones
de 2006, terminó con un discurso no humorístico del actor que
representaba al candidato de la izquierda aceptando la derrota. Un ex
empleado de Televisa dijo a The Guardian que asistieron a reuniones
dentro de la empresa donde fue discutida la estrategia anti-López
Obrador. “Hubo una estrategia y hubo un cliente que pagó mucho dinero”,
dijo la fuente.
La mayoría de los otros documentos son
estrategias y presupuestos aparentemente encaminados a promover a
políticos clientes a través de programas y anuncios de TV. Cuentan con
tres hojas de cálculo de Excel titulados Enrique Peña Nieto: presupuesto
2005-2006, al parecer creado al comienzo de su mandato como gobernador
del Estado de México. Hay a detalle casi 200 noticias, informes,
entrevistas y demás características. La versión más antigua pone el
costo total de estos servicios a 346,326,750 de pesos. La más reciente
incluye un descuento del 50%.
Un documento que también contiene cifras
vistas por The Guardian fue citado por López Obrador durante el debate
presidencial el mes pasado, en la que volvió a afirmar que Peña Nieto
es el candidato de la empresa televisiva. El documento, publicado por
primera vez en la revista Proceso en 2005 podría haber sido una
falsificación. El documento fue obtenido por el periodista de
investigación Jenaro Villamil, quien siempre se ha negado a revelar la
identidad de su fuente. En el pasado Televisa ha acusado Villamil de
estar en una misión para manchar a la empresa.
El equipo de campaña de Peña Nieto se
negó a comentar si el Estado de México había pagado por la cobertura
de Televisa. En una respuesta por escrito, David López, quien es jefe
de comunicación en la campaña de Peña Nieto y quien tenía el mismo
puesto en el Estado de México, dijo: “Durante el mandato de Enrique Peña
Nieto como gobernador del Estado de México (desde 2005 hasta 2011) no
existió ningún contrato de ese tipo”. López añadió que toda la
publicidad de contratos para la comunicación de las actividades del
Gobierno y las cantidades han sido transparentes y puestas en internet.
Los políticos mexicanos han sido
criticados durante mucho tiempo por gastar profusamente para promover
los logros de sus administraciones, en medio de sospechas de
contabilidad creativa que enmascara el verdadero costo al público. Raúl
Trejo, experto en medios, dijo que el tipo de prácticas detalladas en el
documento no parecen ser ilegales bajo la ley mexicana, pero si es
cierto, sería poco ético.
Hay un documento que describe una cuota
acordada de 60 millones de pesos que cubre la producción de seis
anuncios de TV con Vicente Fox, así como la capacitación en medios
para cinco de sus secretarios y una serie de entrevistas con ellos. The
Guardian ha comprobado que al menos tres de las entrevistas tuvieron
lugar. La sección que podría resultar más polémica se refiere a arreglos
de pago, que sugieren manipulación deliberada para ocultar la magnitud
del gasto.
Los archivos también contienen
propuestas, presupuestos y material promocional con la participación de
otros políticos como el ex gobernador del Estado de Tamaulipas, Tomás
Yárrington acusado de lavado de dinero para el cártel de drogas del
Golfo. Los abogados de Yárrington han negado las acusaciones de lavado
de dinero. Otro político mencionado en los documentos es el ex senador
Demetrio Sodi, quien dijo que no tenía conocimiento de una estrategia
promocional elaborada por Radar poco antes de su intento infructuoso por
convertirse en alcalde de la ciudad de México. Sodi dijo que el
documento era una falsificación, pero insistió en que nunca había
pagado para cobertura favorable. Sugirió que el documento podría haberse
originado entre las personas que, desconocidas por él, querían apoyar
su candidatura.
Ninguno de los otros políticos nombrados
en los documentos quieren hablar con The Guardian. La actual ola de
protestas en contra de los trucos sucios de medios se activó el 10 de
mayo cuando Televisa primero ignoró una protesta anti Peña en una
universidad privada donde estaba dando un discurso de campaña y, a
continuación, dio amplia cobertura a las acusaciones de que la protesta
fue organizada por alborotadores y no por estudiantes. En una
reciente manifestación alguien proclamó: “ni mi madre me manipula como
Televisa”.
Televisa quiere demostrar que su
cobertura es equilibrada. Ahora cubre el movimiento de protesta en
detalle. La cadena también ha anunciado que transmitirá el próximo
debate presidencial el 10 de junio por su canal más popular, que
durante el primer debate fue reservado para un show de talentos.
El ex empleado de Televisa dijo que
mientras que la cadena estaba feliz de promover a Peña Nieto cuando era
el mejor producto, esto no necesariamente significa un compromiso a
largo plazo. La fuente señaló antes de la campaña de desprestigio contra
López Obrador, su relación era muy buena. “Nunca hay que perder de
vista el hecho de que esto es un negocio. La lealtad es a la posición,
no a la persona”.
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