Observa José Pablo Robles Martínez al periodismo impreso en un momento de cambio
En una ocasión en los setenta José Pablo Robles Martínez, entonces jefe de redacción de El Heraldo de México, representó al medio en un evento con los directores de los grandes diarios de México en la Universidad de Texas, en Austin. Recuerda cómo escuchó presentarse con informes sobre sus trayectorias al director de El Universal y de Novedades. “Afortunadamente, antes de mí le tocó a Julio Scherer. Dijo: buenas noches, mi nombre es Julio Scherer García, soy reportero de Excélsior”.
Ese momento marcó su pensamiento como periodista. Después se hizo amigo del fundador de la revista Proceso, pero nunca aceptó trabajar con él. “Julio me decía: ¿qué haces en El Heraldo, con los fascistas? Le respondía que mi pensamiento no se vende”.
Décadas más tarde, luego de fundar el Grupo Imagen del Golfo y el Colegio de Periodistas de Veracruz, cree que “los premios no los otorgan por un solo trabajo, sino por una trayectoria”. Define al reportero como un mero testigo, pero no alguien que pueda determinar quién es bueno ni quién es malo.
Su columna “Se dice que…por Maquiavelo” recientemente galardonada con el Premio Nacional de Periodismo 2010 es para él “una opinión que nadie puede rebatirte, aunque podemos estar equivocados y el político puede decirte que no está de acuerdo”.
Observa al periodismo impreso en un momento de cambio, en que “ya no podemos dar noticias, cuando han trascendido a través de la radio, el Internet, la televisión. Tenemos que ir al por qué de las cosas”. En esta entrevista, ofrece algunas pautas de su labor y su visión del estado donde ha trabajado por más de treinta años.
Vicios del periodismo local
Sentado en su oficina de Imagen de Veracruz, con imágenes de Don Quijote, animales marinos y barcos como decoración, Robles se cuestiona la calidad de los medios locales. “¿Cómo va a ser el capitán de la nave, el director de la orquesta, alguien que no sabe de periódicos? En Veracruz quienes dirigen los medios no son periodistas, son políticos que usan al periodismo para sus intereses personales, o son herencias”.
En una entrevista concedida en mayo de 1999 a Gina Domínguez, hoy directora de comunicación social del Estado con el gobierno de Javier Duarte, Robles dijo que las entrevistas banqueteras son dañinas al oficio periodístico. Hoy lo reafirma.
“A riesgo de sonar ofensivo, creo son como la gente que se te acerca a limpiarte el parabrisas y le dices: no, no me lo limpies. Es muy diferente si vas y le preguntas a alguien si te concede un minuto para cuestionarle sobre un tema, a que vayas con la grabadora a la fuerza y le grites: oiga, ¿usted qué opina de esto?”
En la ciudad analiza el caso del café La Parroquia. “El reportero no puede convertirse sólo en un secretario que esté copiando lo que le dicen. Todos van a publicar lo mismo y te la van a ganar, muchos medios salen antes que el periódico. Está dentro de la capacidad del periodista, la preparación, el talento y la imaginación para hacerle una pregunta que saque al entrevistado de ese contexto”.
Sobre la reciente reforma judicial, que modifica la ley de derecho de réplica y obliga a que los medios tengan un defensor de los lectores, televidentes y radioyentes, observa que tardó más de dos años en aprobarse porque Televisa se oponía.
Interpreta esta ley como un recurso que “nos obliga como periodistas a ser más exigentes con nuestro trabajo. Aquí el reportero tiene también derecho de réplica, pero uno debe tener los elementos para probar lo que está escribiendo”.
En aquella entrevista de 1999 opinó que el papel del Colegio de Periodistas debía ser el “provocar encuentros entre medios y gobierno, y que se vea quién es quién, tanto entre los medios como entre los funcionarios”. Hoy cree que ese papel no se ha cumplido.
“Es una institución sin ningún recurso, debía trabajarse para que impartiera cursos, dignificara a la profesión. El presupuesto del Colegio es equivalente al salario de un diputado. Hay empleados allí como la secretaria o el jurídico que sí tienen un sueldo, pero todos los miembros de la Junta de Gobierno son honoríficos y no cobramos un centavo”.
Explica que éste es el único organismo del gobierno totalmente autónomo, en que el gobernador no puede decidir lo que se hace. “El director de Comunicación Social del Estado en automático es presidente de la Junta de Gobierno, pero su voto es sólo uno más”.
Medios impresos, compromisos y chantajes
Al plantearle la situación actual de los medios impresos, que enfrentan una gran competencia con los electrónicos y dependen en gran medida de una publicidad, en que muchas veces es el mismo gobierno el cliente principal, Robles cree que tienen que estar muy claras las reglas del juego. Recuerda que una vez Fidel Herrera dijo: yo soy amigo de Pepe Robles, pero soy enemigo de Maquiavelo.
“En el caso de los dos anteriores gobernadores, eran bastante respetuosos. Se enojaban mucho con las notas que se publicaban, pero nunca uno me dijo que corriera a un reportero por algo que se publicó. Existen convenios para darle cobertura a sus eventos, pero nunca se metieron en nuestros contenidos”.
Opina que la competencia de las publicaciones impresas debe estar en este punto. “Los medios deben cambiar hasta casi convertirse en medios de opinión, de análisis, de investigación”. Ejemplifica con la agencia de noticias Imagen del Golfo, a la que ahora “queremos darle un volumen de material para trabajar, con más equipo”. Cree que dentro del grupo que también integran los periódicos Órale! e Imagen de Veracruz, “la agencia debe ser la más fuerte, la gente ya ve más las computadoras que la televisión. Es absurdo ya esperar a las diez de la noche para ver en un noticiero qué pasó en el día”.
En el contexto actual, en que los poderes fácticos bajo amenazas, chantajes o presiones piden también cambios en los contenidos, su prioridad es proteger al reportero. “Si sale una nota muy fuerte, hay que omitir su nombre, para que no lo molesten”.
Cree que el gobierno jamás imaginó el poder del narcotráfico. Ve como tendencia que se legalicen las drogas, y lo observa como futuro cercano en Estados Unidos.
“Ayer me enteré que una amiga fue secuestrada durante 20 días en Matamoros y le quitaron todo lo que tenía”. Cuenta que ella era dueña de un restaurante donde una vez en los noventa “llegó (Juan) García Ábrego a reunirse con Raúl Salinas con maletas de dinero. Raúl le decía al entonces candidato al gobierno de Veracruz, Patricio Chirinos: agarra una maleta, llévatela para tu campaña. Había una relación completa donde no se molestaban”.
“Actualmente si uno revela quién es el narco, qué hizo, donde vive, es una sentencia de muerte. Ramón Alberto Garza dijo en una conferencia en Veracruz la semana pasada que en Reporte Índigo tienen información que cuáles militares trabajan para ambos mandos, pero ése sería el final de México. Por eso metieron a los navales, pero éstos no detienen a nadie, los ejecutan”. Sobre el diálogo con el narco, dice que el presidente Felipe Calderón tiene un doble discurso, ya que “dice que no hay diálogo, pero mandó a (Mario Arturo) Acosta Chaparro a pactar”.
Los medios, posibles intermediarios con el narco
“Debemos ver qué son los narcos. Son comerciantes, están vendiendo un producto. No los veo como los monstruos del terror y del miedo. Creo que la posición de diálogo abierto que tomó el Diario de Juárez es de lo más importante. Debemos decirles: yo te doy aquí la voz de lo que pides, para que el gobierno lo sepa. Para que sea como antes, que se comprometan a transportar la droga pero no a dejarla acá”.
Analiza el caso norteamericano como diferente, porque “los americanos se vieron obligados a la droga, se las daban en la guerra. Además, cuando se cortó el suministro de la droga de oriente cuando la guerra con Japón, el propio gobierno norteamericano pidió a México que sembrara la droga”.
Sobre este “papel de rebeldía” comenta del caso de un ex reportero de Llave, Ricardo Ravelo, quien fue recientemente fue acusado por un testigo protegido de haber recibido sobornos por dejar de publicar sobre él en la revista Proceso. Cree que este papel de Proceso “es muy adecuado y siempre ha sido así. La gente quiere que alguien diga lo que se calla, lo que se oculta, lo que se niega. En el caso de Ravelo es un profesional, es alguien que se ha hecho en las infanterías. Empezó como reportero en Llave con pequeñas notas y reportajes, lo veo con mucho respeto y admiración”.
Pone como “el mejor ejemplo de periodismo de investigación” las recientes filtraciones de Wikileaks, que “han cambiado la manera de hacer investigación, como sucedió antes con el Watergate”.
Resalta el hecho de que haya escogido a los mejores periódicos del mundo para dar a conocer estos cables. “No escogió una televisora ni una cadena de radio. Escogió medios impresos porque es el documento que queda como testigo. Es la gran fuerza que tienen”.
En este contexto, reivindica la labor de los periodistas de carrera como especializados aunque, advierte, el hecho de que reporteros de investigación de todas las fuentes terminen hoy en México cubriendo temas relacionados con el narcotráfico “tiene que ver con que en este país medio millón de personas viven de este negocio. Lamentablemente entre los famosos ninis es la única manera de sobrevivir”.
Sobre la posible relación de la prensa con el gobierno de Javier Duarte, Robles se abstiene de hacer un juicio a priori. “Creo que tenemos que darle la oportunidad. Una cosa es conocer a un funcionario en calidad de secretario y otra es cuando llegan al poder”.
Sobre el gobernador saliente, Fidel Herrera, opina que “siempre el político quiere mantenerse en los reflectores. Conociéndolo, sé que va a seguir queriendo gobernar”.
El cambio de iconografía en el presente gobierno es interpretado por Robles como un signo de deslinde. “No sé si será en seis meses o en dos años, pero hay que tomar en cuenta que detrás hay otros grupos que no pueden ver a Fidel y Duarte tiene que pactar con todos; pero no va a auditarlo porque él era el secretario de Finanzas”.
No ve al cordobés cercano al panismo. “Lo de Buganza son compromisos. Cuando Echeverría dejó a López Portillo puso en todos los puestos importantes a gente suya, pero a los seis meses ya no quedaba nadie. Los corrieron. Cuando te sacudes el pasado, te legitimas. Creo que va a ocurrir lo de siempre: muerto el rey, viva el rey”.
FRASES
“¿Cómo va a ser el capitán de la nave, el director de la orquesta, alguien que no sabe de periódicos? En Veracruz quienes dirigen los medios no son periodistas, son políticos que usan al periodismo para sus intereses personales, o son herencias”.
“Creo que tenemos que darle la oportunidad (a Duarte). Una cosa es conocer a un funcionario en calidad de secretario y otra es cuando llegan al poder”.
“Siempre el político quiere mantenerse en los reflectores (Fidel Herrera). Conociéndolo, sé que va a seguir queriendo gobernar”.
INTROSPECCION Ir hacia el sur es, Buscarse por dentro, Es retar a la física cual viento helado, Es abrazar lo querido, Es conjugar el presen...
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