Fumigar barcos
Cabezones en Salud
Por: Luis Velázquez/@BlogExpediente
Veracruz, México; 10 de marzo, 2014.-- PASAMANO:
la dependencia del gobierno de Veracruz está ubicada en una oficinita
quizá tamaño Infonavit… Además, arrinconada en medio de un montón de
edificios antiguos, a un lado de la vieja estación del exferrocarril
mexicano en el puerto jarocho… Atrás, digamos, de la Aduana Marítima… En
un rinconcito, donde además, ningún ciudadano puede entrar, pues la
puerta está blindada…
Así, sólo tienen acceso los cuatro, cinco funcionarios y empleados que trabajan ahí en una jornada burocrática…
Ellos, además, entran a la oficina con
una tarjeta plástica, una especie de credencial, con la que abren la
puerta… Pareciera, entonces, digamos, una oficina de la KGB, la CIA, la
DEA en tiempos de la clandestinidad…
Pero en realidad se trata de la oficina
de Sanidad Internacional dependiente de la Secretaría de Salud del
gobierno local, donde, cierto, nunca, jamás, son expuestos en el
tendedero mediático porque, de entrada, quizá la mayoría de trabajadores
de la información ignoran su existencia… Menos, mucho menos, del cuerpo
ejecutivo…
Sin embargo, para dar una idea, alguna
vez el exsecretario de Salud, Pablo Anaya Rivera, dijo a unos invitados
en el cumpleaños del exdiputado local y expresidente municipal de Poza
Rica, el hotelero Jorge Elías, un 27 de diciembre, la siguiente frase
bíblica: “Es una oficina donde hay mucho dinero… Mucho dinero para
hacerse rico al cobijo del poder… Tanto que alcanza para el titular como
también para el secretario”…
Y es que, en efecto, algunos calculan un
ingreso millonario, sin rendir cuentas a nadie, ni siquiera merecer la
sospecha, la perspicacia y la suspicacia del ORFIS, Órgano de
Fiscalización Superior, ni de la Comisión de Vigilancia del Congreso ni
del Contralor ni de la Secretaría de Finanzas y Planeación… Pero más
aún, a primera vista el cargo a nadie interesa, desconociendo quizá que
allí está el billete fácil…
BALAUSTRADAS: y está el billete fácil por lo siguiente…
La oficina de Sanidad Internacional,
dependiente del secretario, el cardiólogo y nutriólogo Juan Antonio Nemi
Dib, se encarga, entre otras cositas, de fumigar los barcos con bandera
nacional e internacional que atracan en el puerto jarocho…
Y por cada fumigada cobran entre 6,500 y
7 mil pesos… Y además, sin recibo… Así, de acuerdo con la bitácora cada
mes llegan a la bahía un aproximado de 50 barcos, aun cuando con
frecuencia son más, mucho más… Y entonces, el titular de la oficina de
Sanidad Internacional se va, digamos, “cabezón”, aun cuando, por
supuesto, a veces ocurre que solo mira “pasar la vida y sus encantos”,
pues el billete sigue su camino a la SS…
Por tanto, si unos 50 barcos llegaran
cada mes a 6,500 pesos por unidad significa un ingreso neto de 325 mil
pesos mensuales… En un año de trabajo arduo de fumigación a cargo de un
par de operadores (el doctor Felipe Domínguez y “El jorocón”) equivale a
un ingreso neto de 3 millones 860 mil pesos anuales…
En el tiempo del doctor Pablo Anaya en
la SS, la titular de Sanidad Internacional era la doctora tabasqueña
Matilde Magaña, quien ha sido reubicada en la Jurisdicción Sanitaria…
Ahora, oh sorpresa de sobrevivencia, el nuevo titular es Sergio
Villasana Delfín, aquel que fuera súper asesor jurídico en la
presidencia de la república con Luis Echeverría Álvarez, y cuando fuera
director del Instituto Veracruzano de Cultura, IVEC, en el fidelato,
suscribía contratos millonarios con imprentas para la impresión de
propaganda de acciones oficiales y de libros… Incluso, a una imprenta
del sur de Veracruz le pagó 80 millones de pesos en un año, sin que
nadie supiera ni conociera el tipo de trabajo…
ESCALERAS: pues bien, del negocio
anterior ha sido informado Edmundo Martínez Zaleta (exalcalde de
Papantla, exdiputado federal, exdirector de Tránsito con Agustín Acosta
Lagunes, etcétera) y quien ahora fue nombrado subdirector de Riesgo
Sanitario de la SS por su cuaderno Nemi Dib…
Pero si en la misma oficinita de
Salubridad Internacional opera un área de Comercio Internacional que
supervisa los permisos de importación y exportación solicitados por los
agentes aduanales, en tal dependencia el grado de corrupción sería
menor, pues, y por ejemplo, consistiría en una dádiva a los empleados
para agilizar servicios… En cambio, en otras áreas de la llamada
dependencia de Riesgo Sanitario existe una minita de oro, por ejemplo,
en el negocio del chiquitillaje y que va desde puestos de fritangas
hasta restaurantes menores, mayores y medianos hasta las cantinas, los
bares, los moteles y los hoteles…
Y en donde con soltar a los inspectores un día y una noche de cacería es suficiente para “ordeñar la vaca suiza”…
Ni se diga, por ejemplo, las concesiones
del restaurante en los hospitales regionales de la SS, que le
permitieron a una beneficiada en el Fidelato, doña Beba en el Hospital
Civil del puerto jarocho, obsequiar una residencia de 4 millones de
pesos al entonces secretario de Salud, Fernando Antigas Tinoco, y quien
con su sueldito de jefe de la Jurisdicción Sanitaria hasta un yate tiene
para respirar la brisa marina en el Golfo de México… Norberto Bobbio lo
afirmaba sin rodeos: “Un gobierno que no es público es un gobierno
corrupto”, pues “el gobierno ha de ser público y en público”.
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