En el mundo “prospero”, se
vive una realidad realmente inimaginable. Hay armonía, solidez
económica, muchas pero muchas obras que se realizan por cada rincón del
estado de Veracruz. En fin, un panorama de color de rosa, pero es
importante decir que esta imagen es diseñada y proyectada por parte del
gobernador del estado y sus colaboradores para pretender engañar a la
opinión pública nacional e internacional. Lo triste, es que nadie ya le
cree.
En contraste, en las noticias vemos la cruda realidad del estado de Veracruz, donde se destacan titulares como:
“Toman
la avenida Rafael Cuervo, vecinos de Colinas de Santa Fe”, “Cofepris
decomisa ampolletas de lidocaína en Veracruz”, “Aseguran que SEV no
quiere pagar adeudo millonario con transportistas”, “Ejidatarios de
Álamo se manifiestan por contaminación del río Tántala”, “Las plantas de
tratamiento de aguas residuales en Veracruz, son elefantes blancos”,
“Taxistas se quejan por pagar “mordidas” a Tránsitos en Veracruz”,
“Matan a mesero a puñaladas en Alvarado”, “En Agua Dulce ladrones
arrasan con motocicletas”, “Caminos de Mina destruidos reportan
campesinos”, “Lamentable que gobierno de Veracruz propicie fuga de
cerebros: Estudiante”, por citar algunas.
Crudas realidades. Pero la información que circula en los diferentes medios de comunicación emitidas por parte del
gobierno “próspero” y que impone a sus “allegadas” empresas
informativas, esos mismas que están crisis pues subsisten de pura
“saliva”, porque la vicegobernadora, María Gina Domínguez Colío de forma
constante, los amenaza con no pagarles, sino continúan apoyando al
gobernador. Pero defienden lo indefendible, cuando el propio ciudadano
constata diariamente las vicisitudes del mal gobierno de Javier Duarte
de Ochoa, de los munícipes, de los diputados locales, federales y
senadores.
Sólo
basta amable lector que salga de su vivienda para tomar un autobús de
pasaje urbano. Lo que primero que salta a la vista es una calle sucia
como producto de una reglamentación ambiental, permitiendo que los
pepenadores dejan las bolsas
abiertas después de haberlas escudriñado, permitiendo que los perros las
esparzan en la calle. El camión de Limpia Pública –si bien nos va que
pase- realiza sus recorridos en las colonias y fraccionamientos a una
determinada hora –siempre tardía- y por lo tanto, el ciudadano
económicamente activo, tiene que sacar sus bolsas de basura al momento
de salir de casa para ir rumbo a su trabajo. El personal de limpieza
pública, levantan lo que queda de los sacos y los avientan a una gran
distancia que permite que lo poco que existe en las bolsas de basura
abiertas, se esparzan por los aires. Su actitud es apática y nefasta por
parte de los empleados municipales, pues argumentan que no es su
función dejar limpio. Pero mi pregunta: ¿No es Limpia Pública? ¿No les
pagamos para que se lleven toda la basura? ¿Entonces, por qué el
municipio, pone a un empleado que barre en cada uno de los camiones para
que barra su incapacidad? Falta voluntad, porque no creo que no se le
haya ocurrido a los presidentes municipales.
Viendo
este panorama y sin poder regresar porque entonces llegaría tarde al
trabajo y se lo descontarían; el ciudadano ingresa a su respectivo
camión de pasaje –en donde la experiencia se convierte en un encuentro
de otro nivel- ahí frente al operador, su principal tarea es lograr
concentrarse y sostenerse con “uñas y dientes” para no caer, pues el
camionero –haciendo a un lado el reglamento de Tránsito en donde
estipula que debe circular sólo a 40 km/h- arranca como “endemoniado”
para proseguir su camino. Lograr sentarse es una verdadera proeza, y
justo en esa lucha por no rodar por los suelos, pues viene a reventar y
no cabe un alma, pero es ahí donde se percata que los asientos están
totalmente desbaratados, los pasamanos oxidados y hay basura por todos
lados al interior de la unidad. El aspecto de la unidad es realmente
desoladora, pero eso sí, el
costo del pasaje es como si esta fuera de primer mundo. Tránsito del
estado literalmente los protege, pues diariamente se puede testificar
diariamente el “modus operandi” de los oficiales de la delegación de
Tránsito en calles como Hidalgo y Díaz Mirón a la altura de Cañonero
Tampico, donde se puede ver cuándo –sin un gramo de ética- extienden su
mano al interior de la ventana del chófer, para que estos les suelten su
respectiva “mochada”.
Qué
hablar del camino donde transitan estas decadentes unidades de pasaje
urbano –que parecen fumarolas pues arrojan más humo que los propios
ingenios azucareros- es totalmente accidentado por los hoyos que se han
producido a falta de mantenimiento por parte de los ayuntamientos
municipal de Boca del Río como de Veracruz.
Ahora
si nos vamos a la zona donde están realizando el dicho puente
“Bicentenario” –a la altura del cuartel del 86 batallón del Ejército
Mexicano- pues la situación se encrudece más aún. Ante un progreso
inexistente, en donde al parecer los trabajadores de la constructora
encargada para la edificación de dicha obra, tienen la orden de operar
con un bajísimo nivel de productividad. Claro amable lector, ahora las
obras lentas producen mejores regalías para el gobierno de Javier Duarte
pues entre más se tarden, se incrementan los costos y le permite al
gobierno inflar e inflar la inversión inicial. Y mientras tanto, el
tránsito en la zona es realmente alarmante, pues se forman grandes
“colas” de automóviles y no existe un solo elemento de tránsito que
ayude, pues todos están concentrados en llevar la cuota que les impone
su “jefe” diariamente en multas y “mordidas”.
Literalmente
nuestro estado está en crisis, pues estamos actualmente atrapados por
dos frentes: una, la ambición de unos cuantos –llámese gobierno- quienes
se dedican a saquear las arcas sin vergüenza alguna y con el cinismo
que les caracteriza. Por el otro lado, tenemos a la clase marginada –que
son un gran porcentaje de la población- quienes elección tras elección,
llevan al triunfo al partido político del gobierno actual.
¿Hasta
cuándo aguantaremos? Pues ahora si podemos decir, que hasta que el
pueblo pensante e intelectual se den cuenta que la guerra en contra del
gobierno no es con armas, sino con exigencias, pues para eso les pagamos
a quienes están representándonos en el poder.
Duarte se levanta el cuello con logros ajenos
Hace
unos días, arribaron de Europa los integrantes de Delfines Marching
Band de la Escuela Secundaria General Número 5 "Manuel R. Gutiérrez" de
Xalapa, Veracruz, quienes participaron en Tattoo Festival de Zurich,
Suiza y en el 17th World Music Contest Of Kerkrade, Holanda, acto que
estaba programado del 06 al 22 de julio. Su presentación fue
espectacular, pues obtuvieron fructíferos reconocimientos a nivel
internacional por su intervención por parte del comité organizador de
ambos países.
Todo
este asunto no tendría mayor trascendencia –más que la lograron estos
pequeñines en tierras lejanas- sino fuera que meses antes, tanto
maestros como padres de familia, le enviaron una solicitud de apoyo al
gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa para que canalizara
recursos para lograr cubrir el costoso viaje de los integrantes de la
banda. La negativa vino del mismo secretario de Gobierno, Gerardo
Buganza Salmerón, quien fue el encargado de dar respuesta a la misiva
enviada por parte de la escuela secundaria –obvio en solicitud de los
padres- donde rotundamente les negaron el apoyo argumentando no tener
recursos para este tipo de actividades. Claro, el dinero del erario
público es para viajes, pero del gobernador y sus secuaces –ah y para
“obras de caridad” banales como lo de la maestra de preescolar que
añoraba tocarle la mano al Papa Francisco-, aspectos dónde el “próspero”
gobierno duartista no escatima.
Ante
la situación y previendo las mañoserías del ejecutivo, quien siempre se
cuelga las preseas de los demás. Recibí un correo electrónico donde
señalan sobre la falta de conciencia gubernamental para apoyar las
expresiones artísticas de los estudiantes veracruzanos. El testimonio es
anónimo –por obvias razones- ahí el quejos@ comparte su inconformidad
sobre la decisión de las autoridades escolares de llevar a los
integrantes de la banda a la Casa Veracruz - el 24 de julio a la 13:00
horas- para que el gobernador los felicitara y les diera “calor falso”
por sus logros internacionales.
Cómo
forma de “apoyo” y reconocimiento por su gran triunfo, el ejecutivo
estatal hizo que sus “chalanes” les distribuyeran cada niño un Ipod
Shuffle y prometió a las autoridades escolares, les canalizaría un
millón de pesos para mejoras de su escuela. Dicta el conocido y viejo
refrán popular: “Del dicho al hecho, hay mucho trecho” y de “lengua nos
comemos un taco”. Esperemos que no sean una de esas tantas promesas
incumplidas que tiende hacer el gobernador del estado, Javier Duarte de
Ochoa.
El testimonio literal:
Estimada Silvia Núñez:
“En
el Veracruz de hoy para que una persona o ciudadano de nuestra entidad
reciba atención inmediata, respuesta a una solicitud y apoyo a la
brevedad por parte de las autoridades, no cabe duda que hay que caer en
desgracia y sobre todo, aprovechar la oportunidad de hacerlo público a
través de las redes sociales para sólo así lograr que el gobierno
indolente, timorato y patético que encabeza Javier Duarte, haga su
trabajo o al menos trate de engañar a la ciudadanía en complicidad con
los medios 'oficialistas' donde publican que el gobierno de la 'prosperidad' va para... “Adelante”.
Cuando se trata de 'limpiar” la
imagen y lograr el efecto mediático de hacer creer a la opinión pública
que el gobierno “honesto” que encabeza el actual gobernante, los cuales
cínicamente no escatiman los recursos públicos de todos los
veracruzanos para apoyar las supuestas “causas justas”, aprovechando el
escándalo nacional e internacional. Un ejemplo es el embrollo desatado
tras la captura de la profesora de educación preescolar Ángel de María
Soto Zárate, a donde el gobernador no reparó ni un solo instante en
apoyarla económicamente para qué tanto ella como sus padres y hermana
viajaran a costa del erario público.
Hoy
ese mismo gobernador, utilizando reflectores para echarse a la bolsa a
los incautos defensores de la catedrática, recibirá a los maestros y
jóvenes integrantes de la Banda Delfines Marching Band de la Escuela
Secundaria General Numero 5 "Manuel R. Gutierrez" de Xalapa, Veracruz, a
los que dejó ir con una “mano atrás y otra adelante” a su gira
internacional por Europa.
Seguramente
y como es su costumbre Javier Duarte se levantará colgará el triunfo
argumentando que el gobierno “eficiente” que él encabeza está muy
orgulloso del éxito alcanzado por los jóvenes en el Festival
Internacional de Bandas de Música los cuáles marcharon a la ciudad de
Kerkrade, Holanda, acto que organiza cada 4 años y que fue gracias al
total y absoluto financiamiento de todos los padres de familia, fue que
lograron viajar durante 15 días por Europa presentándose durante varios
días con éxito, no sólo en Holanda, sino en el Tattoo Festival al que
asistieron invitados por su calidad artística por las autoridades ciudad
de Zurich, Suiza, donde por cierto, se hizo presente el Embajador de
México en ese país para acompañarlos y desearles éxito en todas sus
presentaciones.
Y
mientras Javier Duarte se “levanta el cuello”, con el cinismo que le
caracteriza como persona y como gobernador. Los padres de familia
indignados por la bateada que les propinó antes de partir al negarles
cualquier tipo de apoyo para realizar el viaje, nos preguntamos: ¿En qué
y cómo se aplica el impuesto creado en la Secretaría de Hacienda para
el apoyo a la educación, donde erogan el 15 por ciento, que a chaleco nos cobran a todos los veracruzanos cuando pagamos la Tenencia Vehicular?
Por
cierto, cabe hacer mención que Veracruz es uno de los pocos estados del
país que continúan cobrando este gravamen, que a causa de las indebidas
bursatilizaciones del ISTUV que el mismo Javier Duarte, instauró siendo
Secretario de Finanzas y Planeación del gobierno del estado. Ahí
promovió y firmó para que todos los Veracruzanos paguemos esta deuda
contraída durante 30 años en el 2008, por el corrupto ex gobernador
Fidel Herrera Beltrán”.
Atentamente un padre de familia.
Pues
no caben más comentarios que expresar, amable lector, cuando se señala
al gobernante actual con adjetivos calificativos decadentes y de baja
calidad moral, pero nada que no se hubiera ganado por su falta de
sensibilidad social. Pero en verdad que no creemos que le importe, pues
dirá Javier Duarte, que él está gozando de nuestro dinero sin
limitaciones y también, canalizándolo –como le enseñó su padre político,
Fidel Herrera- a sus cuentas personales para proteger su futura debacle
política.
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