Cuando nos referimos al gobierno del estado de Veracruz y de los nombres como Javier Duarte de Ochoa, Gina Domínguez Colío, Salvador Manzur Díaz, Ranulfo Márquez Hernández, Pablo Anaya Rivera, Arturo Bermúdez Zurita, y demás servidores públicos insertados en la administración duartista, nuestra mente de manera inmediata busca sinónimos como soberbia, incapacidad, corrupción, tráfico de influencias, impunidad, traición, descrédito público, mentiras, manipulación, traición, descrédito, falta de ética, control, usurpación y hurto del erario público.
“Lleva
al PRI a tu municipio” dictan los diversos spots radiofónicos
elaborados por dicha corriente partidista, y así intentar convencer a
los ciudadanos de que voten por sus candidatos.
Lo
terrible del asunto para el PRI, es que pese al intentar controlar los
programas sociales y aprovecharse de la necesidad de la gente de clase
humilde al condicionar el voto para logren obtener los apoyos; están
conscientes de la renuencia generalizada que despierta en la sociedad de
los estratos sociales de la clase media baja y alta -porque los ricos
son únicamente, quienes actualmente ostentan un cargo gubernamental-
quienes denostan continuamente en su contra y se muestran renuentes de
que continúen administrando al territorio veracruzano.
Es
vergonzoso para ellos, pero desafortunadamente no es algo que les
importe mucho. Su objetivo central es intentar –a costa de lo que sea-
llevarse el carro completo. No logran percibir que para poder realmente
convencer a la gente, es simplemente gobernar a beneficio de la
ciudadanía y no para enriquecerse como lo están realizando hasta ahora.
En
charla con personas totalmente ajenas a la política, indicaron haber
sido testigos de la forma de cómo llegan los priístas a sus colonias
–que con todo el descaro del mundo- se instalan en sus calles y por
medio de altavoces, les piden a todas aquellas personas que apoyan a su
partido que se acerquen. Exigen lleven su credencial de elector, y al
llegar a las unidades, los operadores se las intercambian –literal- con
porquerías que llevan, como escuetas despensas con productos ya caducos.
Indigna;
pero al cuestionarles del motivo de que no evidencian dicho acto a
través de fotografías; argumentan: “Para qué, si al final estos pendejos
compran al IFE y a todo lo que se ponga enfrente y nos imponen a gente
como Duarte y Peña Nieto”.
Indudablemente
no se justifica –por ningún lado que se vea- la tolerancia de la
sociedad para permitir los actos de corrupción por parte de los
operadores del Partido Revolucionario Institucional, al final, los hace
cómplices del mismo sistema.
Pero
el problema no acaba ahí. También han denunciado que actores panistas
se encuentran haciendo lo mismo en algunas colonias. Mi pregunta: ¿Serán
militantes albiazul que fueron “maiceados” por Javier Duarte? ¿Serán
auténticos panistas o priístas disfrazados de “pitufos”?
Como
consejo a la ciudadanía, le podemos solicitar que no deben de permitir
este tipo de prácticas por parte de ningún partido político. Sea PRI y
PAN, deben de evidenciarlo a través de las redes sociales, y al final,
no quede en nuestra conciencias los actos de violación electoral que
estos grupos partidistas incurren para condicionar el voto en las
próximas elecciones que se celebrarán el 07 de julio del año en curso.
No se debe de incurrir en el conformismo y en la anuencia y la
permisividad de actos desleales de los partidos políticos.
“El Chuletas” al ataque
A
quien se le vio en plena actividad de “operador político” es al
prominente Francisco Javier Vicente alías “El Chuletas” que llegó al
café de Ángel Fernández acompañado de dos personajes hasta ahorita no
identificados, los cuales iban bien vestidos y peinados pero con sus
camisas muy elegantes en color azul.
Con
mutis de, “me vale que me hayas visto”; a leguas se notaba que dicha
“reunioncita” seguramente estaba diseñada para irse nuevamente en contra
de sus actuales “archienemigos”, esos mismos que le dieron la
posibilidad de estar incrustado en la administración municipal boqueña
del Chiquiyunes, como responsable del área de comunicación.
Definitivamente
“El Chuletas” le está saliendo muy “eficiente” al gobernador del
estado, Javier Duarte de Ochoa. Al final este tiene que desquitar los
100 mil pesos mensuales que el ejecutivo estatal le está otorgando por
orquestar una de sus más profesionales hazañas, como es “la guerra de
lodo” que se ejecuta en contra de cualquier adversario político. Para
eso Paco Vicente se pinta sólo y opera “muy bien”.
Radio bemba veracruzano
Dicta
el conocido refrán que cuando el “río suena, es porque agua lleva”. Lo
siguiente lo expongo luego de que ha corrido la versión en algunos
medios de comunicación, que Javier Duarte de Ochoa –por la animadversión
que le produce a Enrique Peña Nieto- será removido de sus funciones y
se lo llevarán a cumplir funciones de irrelevancia.
El chisme conduce a una plegaria generalizada por parte de los veracruzanos: “¡Dios, qué sea verdad!”.
Pero
todos sabemos que este “complejo de superioridad” por parte del
ejecutivo estatal por sentirse importante, conduce lamentablemente a que
dicha información sea realmente una “patraña” para distraer a la
sociedad veracruzana y que no tome en cuenta la forma de cómo los
priístas están comprando voluntades en las colonias a través de sus
operadores políticos.
Todos
tenemos claro que si alguien no soporta a Javier Duarte de Ochoa es el
presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Al parecer el ejecutivo
federal no le perdona el hecho de que Duarte le quiera quitar la
“presea” que este ha obtenido internacionalmente, al ser considerado
como el más “tonto” del mundo.
Los
diversos desaciertos del ejecutivo estatal, su latente recurso de
mentir por el placer de hacerlo; le ha traído un recelo incisivo por
parte del “copetes” y este a su
vez, le ha provocado diversos problemas para lograr consolidar las
alianzas con PAN y PRD para sacar adelante su “charada” de la “Cruzada
contra el Hambre” y las reformas que requiere sean avaladas por los
líderes nacionales de los partidos políticos pero éstos, literalmente se
han negado a signarlo hasta que Enrique Peña Nieto no proceda en contra
del caso Veracruz.
Qué
más quisieran los veracruzanos que dicho “run run” se hiciera realidad.
Podemos hasta jurar que sin miramientos los ciudadanos se lo envuelven a
Peña Nieto para que se lo lleve de una vez por todas. Si algo los
habitantes del estado de Veracruz añoran es poder tener la posibilidad
de deshacerse del mal gobierno de Javier Duarte de Ochoa y por ahí, el
de Fidel Herrera Beltrán –quien aún le ordena al ejecutivo estatal- y de
Carolina Gudiño Corro, Salvador Manzur Díaz, quien no ha dejado de ser
el presidente municipal de Boca del Río, pues le mueve los hilos a
Anselmo Estandía Colom.
Mejor
los veracruzanos deberían de estar atentos, por si acaso dicha
información de la remoción de Duarte sólo sea para distraerlos y no se
percatan de las corruptelas de sus operadores políticos para robarse
nuevamente las elecciones.
Quejas y comentarios
Silvia Núñez Hernández / Fuente de referencia: AGN
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