A las tres niñas americanas de Florida las trajeron en un avión privado; decían que era de un gobernador, declaró una de las niñas mexicanas víctima de la red de trata sexual de Cancún en 2004. Nadie inició esa línea de investigación; pero ahora la DEA descubre la existencia de la empresa Servicios Aéreos Milenio, S.A de C.V, cuyo principal cliente es el gobierno de Puebla y las administraciones priístas de nueve estados. Se sabe que Mario Marín Torres destinó de manera irregular 66.4 millones de dólares para adquirir una flota de helicópteros y aviones a través de su hijo Mario Marín García y prestanombres que ya han declarado ante las autoridades.
El diario Acento Veintiuno publicó en octubre información sobre la existencia de la empresa; fuentes oficiales de la agencia norteamericana DEA me han confirmado que esta investigación en efecto es producto de un trabajo de colaboración con la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Ese mismo diario revela la conversación en que el Diputado poblano Ricardo Urzúa (PRI) explica cómo el entonces gobernador de Quintana Roo, Joaquin Hendriks, entregó 300 mil dólares al Gober precioso para la empresa aérea. Esta fue creada con recursos públicos y está a nombre del hijo de Marín, quien ahora es investigado porque en una de sus aeronaves viajaba, según DEA y SIEDO, el capo Arturo Beltrán Leyva. Todo fue descubierto porque se detuvo al empresario mexicano Darío López Fernández, por contrabando de dinero en efectivo, en el aeropuerto de Miami, Florida en julio pasado.
Acento Veintiuno reveló en su momento lo que ahora ha sido ratificado: que López Fernández adquirió un Helicóptero Bell matrícula XA-IMS de Maclovio Hernández, ligado a operaciones del narcotráfico. López Fernández y Hernández tenían una sociedad empresarial que usaba las aeronaves KING AIR- matrícula XB-DLS y un Cessna 182 matrícula XB-KWE y la PGR identificó que la aeronave era utilizada por el narcotraficante Beltrán Leyva para escapar de un cerco policíaco en Puebla. Es la misma nave que transportó, en su campaña 2010, al delfín de Marín a la gubernatura, Javier López Zavala (PRI-PVEM).
Mario Marín, que en 2005 protegió a la red de pederastas y tratantes de niñas de Quintana Roo, es propietario de 7 helicópteros Bell 407, con valor de 21 millones de dólares; 2 Bell 206, 2 Augusta de 16 millones de dólares. Además pagó 600 mil dólares por dos aeronaves Cessna 2008 XA-TWT. Un Sabre Cinergo, matrícula XA-GUR en 300 mil dólares, un Falcon 20 en 350 mil dólares y 4 Lear Jet 45. Un agente de Interpol me asegura que la evidencia es absoluta.
El Presidente Calderón ha solicitado a la sociedad, con razón, que diga lo que sabe sobre la colusión de servidores públicos, el lavado de dinero y la delincuencia organizada. La denuncia y la investigación ya están aquí. Ocho gobernadores priístas han despilfarrado millones de dólares (del erario público) para favorecer la empresa aeronáutica de Mario Marín que, según la propia autoridad ha sido utilizada, entre otras cosas, para transportar importantes cantidades de dólares en efectivo desde México hasta Texas y Florida. En estas aeronaves cuya empresa ha operado bajo la opacidad de prestanombres ahora revelados, se transportaron menores, dinero sucio, delincuentes y políticos. La pregunta es: ¿habrá castigos ejemplares? O seguirán jugando a la gallina ciega.
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