viernes, 15 de junio de 2012

Peña Nieto y su asesor colombiano: la verdadera historia del general Naranjo

La nueva carta de Enrique Peña Nieto para encarar el narcotráfico se llama asesor externo; el ex director de la policía Nacional, el general Oscar Naranjo, todo un poder en la tenebra colombiana que inventó conceptos como el narcoterrorismo y tiene un molesto prontuario que incluye un hermano acusado de traficante y una vieja relación con el cártel del Norte del Valle.


El general Naranjo, la nueva carta de @EPN (Foto: animalpolitico.com)


Estel 14 de junio del 2012, el candidato del PRI descubrió ante los medios que lo siguen su as en la manga para enfrentar el crimen organizado si llega a Los Pinos. Y su nombre no es pecata minuta: el general Óscar Naranjo.

El candidato presidencial puntero de México anunció el jueves que, de ganar las elecciones generales de julio, el general colombiano que derribó a Pablo Escobar será su asesor de seguridad en la ofensiva federal contra el crimen organizado.
 Enrique Peña Nieto reveló que nombrará al ex director de la Policía Nacional de Colombia, general Oscar Naranjo, como asesor después de los comicios de 1 de julio.
Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo en rueda de prensa que Colombia es un ejemplo de éxito en la estrategia de la guerra contra el narcotráfico. Naranjo, quien también estuvo presente en la conferencia, dijo que su experiencia en Colombia lo enseñó que no existe distinciones en el trato a los criminales.
“He venido señalando con toda puntualidad en dónde está la estrategia que vamos a seguir, ajustar la estrategia que ahora se ha seguido para tener un objetivo central, que es reducir la violencia“, dijo Peña Nieto el jueves.
Ni Peña Nieto ni Naranjo revelaron detalles sobre la estrategia.
Naranjo dijo a The Associated Press que la oficina de campaña de Peña Nieto se le acercó para pedirle que trabaje con el candidato en un cargo de asesor en caso de que gane las elecciones.
Naranjo, de 55 años, se retiró el 12 de junio de su puesto como director de la Policía Nacional de Colombia. Desempeñó un papel crucial en desmantelar los cárteles de drogas más peligrosos del país sudamericano en su carrera de 36 años. Ello incluyó la muerte de Pablo Escobar en 1993 y el desmantelamiento de los cárteles de Medellín y Cali.
Naranjo también es el arquitecto de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional de Colombia, la más avanzada de Latinoamérica.

En un país como Colombia, donde, al margen de la propaganda sobre la reducción del crimen,  el sistema de vasos comunicantes entre las élites y los criminales sigue existiendo al máximo nivel, y donde las violaciones a los DDHH siguen siendo a día de hoy norma de conducta a todos los niveles, el general Naranjo representa la quintaesencia del aparato de poder que maneja un país en guerra consigo mismo desde 1948.


¿Quien es el general Naranjo Trujillo?



Pocos medios se han atrevido, en Colombia, donde la vida vale tan poco como en México, a tocar la figura del general Naranjo, todopoderosos en su carrera dentro de la seguridad del estado, el lugar de la protección, los contactos y las vendettas entre la oligarquía y los cárteles de la droga, pero hay varias informaciones sobre sus viejas relaciones con el cártel del Norte del Valle que llegan a su propio hermano. Este reporte contaba el 18 de octubre la faceta más oscura del “mejor policía del mundo”.

Peña Nieto y su asesor colombiano…en caso de llegar a Los Pinos (Foto: agencias)


Su lado público: el círculo criminal se cierra con el hoy director de la policía nacional es permanentemente mencionado por todos los medios de comunicación como uno de los más insignes y destacados oficiales, que ha logrado en su haber una interminable lista de éxitos que lo posicionar sin discusión alguna como ‘el mejor policía del mundo’, de la misma manera en que lo fue en su momento el general Rosso José Serrano Cadena.
A fuerza de trabajo ha logrado una reputación que trasciende fronteras y que se constituye en el modelo a seguir en toda una institución: ¡un verdadero ícono! Ha estudiado en todas partes: en Colombia, en los Estados Unidos, en Inglaterra, en Argentina y en España. Ha participado en todo: en el diseño de seguridad del Palacio de Justicia, en la eliminación del ‘Mexicano’ Rodríguez Gacha, y en todos los golpes al narcotráfico y la criminalidad de sus dos compañeros Danilo González y Cesar Pinzón. Su llegada a la dirección general no fue una gran sorpresa a excepción de la intempestiva salida de 12 de sus compañeros generales en medio de un escándalo que no le tocó directamente a él. Y ha sido ratificado en su cargo por los dos últimos gobiernos. Parece inexpugnable e irremplazable. Es el único general de cuatro soles que ha habido en la Policía colombiana, y el más condecorado, y el más versátil.
Ha sido portada de un sinnúmero de revistas, varias veces personaje del año, se le dedican extensos reportajes, crónicas, se le ve en entrevistas, pero también es consultado permanentemente por agencias norteamericanas como lo destacaba una reciente columna de opinión del periodista Antonio Caballero para la revista Semana: “compartido también con los embajadores de los Estados Unidos en Bogotá, a quienes según las revelaciones de los wilileaks el alto oficial acudía rutinariamente a rendir informes. En todas las cúpulas militares que se suceden el único que no resulta descabezado jamás es el general Naranjo: siempre está ahí en la foto, a veces en el fondo a la derecha, o a la izquierda, o en la mitad, de cachucha o de quepis o de sombrero de tela de carabinero (…) y una sonrisita inescrutable de Gato de Cheshire en el País de las Maravillas, eterna, imperturbable”[3] .
Cualquier intento de desprestigio ha sido rápida y hábilmente acallado con los mismos argumentos de siempre: que se trata de acusaciones sin fundamento, que es la versión de un “mafioso” contra la de él, que no hay pruebas que soporten tales aseveraciones, que es una “campaña de desprestigio” y que todo el país conoce su impecable trayectoria.
Su lado oculto: “Coincidencialmente” los dos únicos policías que han recibido esta mención son los generales Serrano y Naranjo, “coincidencialmente” este premio sólo lo ha recibido Colombia. De hecho, no existe tal cosa como el premio al mejor policía del mundo. Una investigación permitió descubrir que ningún medio de comunicación internacional registró esta noticia y ninguna asociación internacional de policía hace un certamen de esta naturaleza, y “coincidencialmente” los colombianos nos creímos el mismo cuento en dos oportunidades.
En compañía de Cesar Pinzón y otro grupo de oficiales hizo parte de los ‘Pepes’ que persiguieron a Pablo Escobar; se alió con el cartel del Norte del Valle y delegó a sus hombres más cercanos como el coronel Danilo González para entablar las estrechas relaciones que llevaría a la alianza macabra entre policías y narcos.
Miembros de la policía que no trabajaban con el cártel fueron eliminados o fueron forzados a jubilarse. Públicamente muchos miembros de policía denunciaron esta situación oficialmente a través de medios de noticias, pero inmediatamente fueron estigmatizados como policías corruptos disfrazando la verdadera realidad ‘sangrando por la herida’.
En ese entonces, Naranjo estaba a cargo de la división de inteligencia de Policía Colombiana. El y González, habían estado trabajando muy de cerca con DEA durante muchos años. Y la utilización de métodos no ortodoxos -secuestro y torturas de familiares- les permitieron entre otros forzar al comandante de grupo guerrillero JEGA, alias ‘Bochica’ a liberar el hermano del ex presidente Gaviria.
La alianza con los narcotraficantes del norte del Valle sería conocida en el bajo mundo como el ‘cartel de los Diablos’, cuyo organigrama es conocido desde hace años por agencias norteamericanas el cual está integrado por peligrosos narcotraficantes y funcionarios activos y retirados de la Policía Nacional Colombiana; pero estas agencias han preferido privilegiar la información que posee en lugar de expedir un proceso judicial formal en su contra, al menos no por ahora.
De hecho, en la reunión sostenida entre el doble agente Baruch Vega y Danilo González en Aruba a finales de 2003, le mostraron los organigramas de los cárteles, en especial el denominado “Cartel de los Diablos”, donde aparecían al lado de los más peligrosos narcotraficantes del Norte del Valle y jefes paramilitares como Carlos Castaño. Diego Montoya, Wilmer Varela y Hernando Gómez Bustamante, los entonces coroneles de la policía Oscar Naranjo,  Leonardo Gallego, Danilo González y el general Rosso José Serrano; ante lo cual el extinto oficial sólo atinó a decir “Es muy exacto, es impresionante, todos los principales de las organizaciones están aquí”.
El objetivo de la alianza del cartel de los Diablos, era proteger su negocio del narcotráfico, que nació de las operaciones abandonadas del narco-imperio de Pablo Escobar. Así mismo, neutralizar grupos de narcotraficantes rivales. De ahí los sonados éxitos operacionales de los últimos años.
Prácticamente todos los narcotraficantes que se han sometiendo al gobierno de Estados Unidos, han hablado del general Serrano y la corrupción de la policía, especialmente de los coroneles Danilo González, Leonardo Gallego y Oscar Naranjo. Pero qué ha pasado: ¡nada! Y prestos han salido en su momento a decir que se trata de campañas de desprestigio.
Naranjo empezó a consolidar un poder considerable. A medida que la inteligencia de la Policía, a su cargo, se volvía clave en la lucha contra el narcotráfico, su liderazgo iba surgiendo.
Estuvo en Cali precisamente cuando la guerra entre los narcotraficantes de alias ‘Jabón’ y ‘Don Diego’ se encontraba en su punto más álgido y cuando le fue concedida temporalmente la libertad a Gilberto Rodríguez Orejuela en el 2002, con quien tuvo un encuentro “aparentemente casual” en un cine de la ciudad un fin de semana cualquiera.
Cuando dirigía la Dijín se presentó la muerte de su mejor amigo, el ex coronel Danilo González, ante lo cual no tuvo mayor reparo en asistir uniformado a su funeral y cuando fue cuestionado por este comportamiento, salió presuroso a los medios a explicar que lo había hecho por “solidaridad con la familia de un oficial que había caído en desgracia, en aras de la amistad del pasado”.

El narcotraficante Varela: ¿asesinado para que no contara? (Foto: desdeabajo.info)
Pero lo que no se sabía es que detrás del episodio del general Naranjo uniformado en el entierro de Danilo González hubo una imposición, una orden directa de alias ‘Jabón’ para asistiera al funeral para demostrarle que él no había estado involucrado en el crimen de su amigo y ex compañero de institución.
Luego, uno de los momentos críticos de su carrera fue cuando su hermano Juan David fue capturado en Alemania en 2005 por narcotráfico, lo que propició que personas como el ex canciller venezolano Ramón Rodríguez Chacín[4]  afirmaran queel general Naranjo también hacía parte de una red de narcotraficantes, sustentado en la información del computador del narcotraficante alias ‘Varela’, presuntamente asesinado en ese vecino país:
“Este es el computador de alias Jabón, y en este computador, por la información que he procesado allí deduzco lazos de afinidad, consanguíneos y más que eso de negocios entre ese general Oscar Naranjo Trujillo y ese capo de la mafia Wilber Varela alias ‘Jabón’ que fue asesinado antes que lo capturáramos para que no revelara información importante (…) ese Wilber Varela dice en su computador que un hermano de Oscar Naranjo de nombre Juan David era uno de sus enlaces y uno de sus secuaces y en efecto, verificando Juan David Naranjo Trujillo se encuentra actualmente preso por narcotraficante en Alemania, fue capturado el año pasado con 35 kilos de cocaína (…) cualquiera que trabaje en narcotráfico y siga la materia sabe que Wilber Varela era protegido por Oscar Naranjo Trujillo…”
En efecto, hubo un complot entre los generales Oscar Naranjo, Cesar Pinzón y el narcotraficante Daniel ‘El Loco Barrera’ para asesinar a alias ‘Varela’ en Venezuela, dado que luego de su huída al vecino país y de la captura de ‘Don Diego’, estaban dadas las condiciones para emerger como el nuevo gran barón de la droga y controlar por el fin el monopolio criminal.
Lo que muy pocos saben es que después de la captura de Juan David Naranjo Trujillo, su hermano, el entonces director de la Dijín Oscar Adolfo, movió todas sus influencias y se empleó a fondo para lograr una rebaja de penas o ¿por qué no? la libertad de su hermano caído en el infortunio, lo que lograría después de intensas gestiones, negociaciones y pactos con el gobierno alemán. Hoy en día Juan David lleva una vida tranquila en Colombia y en la más absoluta “clandestinidad” -si se puede emplear este término- (Seguir leyendo…)


El general en Monterrey.



Desde hace tiempo, la campaña de medios para recordar la eficacia del aparato de seguridad colombinana en su lucha contra narcos, paramilitares y guerrilla se reproduce cada día en México. Por ello el general Naranjo, ex director de la Policia Nacional, es un de las figuras estelares de este show. Y por ello estuvo en Monterrey. La crónica de Lorenzo Aldrete en octubre del 2011 deja claro el talante de Naranjo y sus promotores en México.

Este militar colombiano, director de la Policía Nacional, cuerpo integrado como sector de la estructura castrense desde los tiempos del dictatorial Rojas Pinilla, impartió en Monterrey una conferencia extraña. Y es que no podría catalogarla de otra manera.
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De hablar casi almibarado por momentos, este jefe de gendarmes, a quien la DEA considera el mejor policía del mundo e INTERPOL aplaude con fervor, tributa su ramillete de elogios a la audiencia que lo escucha con delectación. Afirma que Nuevo León encarna “una bella historia” de prosperidad, ímpetu creativo y cosas similares. En este tenor, es muy importante que el empresariado de tan excepcional entidad esté protegido para que las mafias terminen desterrándose ante la bonanza que tan ilustres capitalistas generen.
Asimismo, es fundamental que se acuñen “mitos” que reflejen hacia la opinión pública historias de éxito en materia de seguridad: policías ejemplares e invencibles, por ejemplo, en el venero de sus hazañas de sometimiento a la delincuencia.
El general Naranjo Trujillo sostiene que “la narcoviolencia” que fustiga a México, por sus sesgos de religiosidad fanática (“Caballeros Templarios”), podría dar cauce al terrorismo. Además expresa que está “muy preocupado” por las ejecuciones “extralegales”, que no son sino hechos de venganza de grupos delictivos contra mafias antagónicas, supuestamente para defender a determinadas comunidades.
Pues bien, esta insulsa plática tuvo por título “Seguridad y Responsabilidad Ciudadana”. El general Naranjo Trujillo parte de una falacia flagrante, a saber: que la seguridad de una nación se sustenta en la eficiencia militar y policial, apoyada en numerosas cohortes de denunciantes. Es ésta la gran mentira que hoy tiene sumido a México en un despliegue oneroso de fuerza pública en ámbitos de vida urbana y municipal.
Sostengo que no habrá jamás seguridad comunitaria ni responsabilidad ciudadana en el rubro sobre la premisa de la indefensión civil. Cuando la estructura colectiva de una nación es endeble no hay ejército ni policía que contrarresten tal resquebrajamiento, porque el estado no puede garantizar vigilancia ininterrumpida a sus gobernados en sus ámbitos privados y vecinales. ¿Cuándo se entenderá esto?
El general Naranjo Trujillo es un lastimoso ejemplo de un modelo de salvaguarda cívica obsoleto, necio hasta la saciedad. Colombia es un caso patético de fracaso en materia de seguridad. ¡Décadas de sangre sin que la guerrilla o los grupos del narcotráfico hayan sido erradicados! ¡Una nación coexistiendo con insurgencias y crimen que la avaricia y la intransigencia de sus potentados forjaron, de la mano de las políticas injerencistas estadounidenses!
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Porque oligarcas del mismo cuño que los ultramontanos de derecha que dicen representar a la comunidad regiomontana y que trajeron al baladí y demagógico conferencista , son los que hoy gobiernan a Colombia. A estos fanáticos sectores de la iniciativa privada callosa y recalcitrante pertenece el actual presidente Juan Manuel Santos, que hace unos meses arengó al Senado Mexicano para que confiera un marco legal a la militarización de nuestra seguridad nacional.

Este es el general que quiere Peña Nieto para asesorarle en la guerra contra el narcotráfico en México. O la misma gata revolcada solo que esta vez made in Colombia.

PulsoCiudadano

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