...Se agradece que las secretarías de la Defensa Nacional y Marina hayan permitido que los más de 22 mil policías estatales y municipales de Veracruz formaran parte del mando único, cuando, todo mundo lo sabe, las corporaciones policiacas están bajo sospecha de ligas y nexos con los señores de la droga.
Pero de ahí a que El Centro Estatal de Control, Comando, Comunicación y Cómputo del gobierno de Veracruz, conocido por sus siglas como el C-4, sea manejado por la secretaría de Marina hay otro cantar.
Y más, porque se trata de una dependencia clave para el manejo de la información privilegiada, tanto en materia de seguridad como política y social.
Así, y al paso que vamos, habría dar prisa al mal paso y de una vez permitir que los soldados y los marinos se queden con todo.
Significaría entregar hacha, calabaza y miel al gobierno federal, pues hasta la operación del número telefónico de emergencia 066, quedaría (ha quedado) bajo su férula.
Y más, mucho más por lo siguiente:
Si ya el mando único evidenció la soberanía de Veracruz, el C-4, con todo y lo que representa, sería manejado por el Felipismo, en víspera de la elección presidencial y de diputados federales y de senadores en el año 2012.
El Estado de Derecho de Veracruz está en la orilla del precipicio.
Y si entregamos la dignidad republicana al gobierno central estaremos perdidos.
Una realidad, una circunstancia, una coyuntura es la gratitud del gobierno de Veracruz a las fuerzas armadas nacionales, y otra, diferente, permitir, hasta con una sonrisita (‘’estamos listos por si en algún momento se nos solicita’’ ha dicho el teniente Arturo Bermúdez) que un mundo nos vigile.
LA DIGNIDAD REPUBLICANA, RIQUEZA DE VERACRUZ
Se entiende que luego de las tensiones entre Fidel Herrera y Felipe Calderón, el gobierno de Veracruz busque restaurar una nueva relación entre los dos jefes de los Poderes Ejecutivo.
Se aprecia la búsqueda de un buen clip entre el gobernador y el presidente, pues la historia política demuestra que si al góber de un estado le va bien con ‘’el preciso’’, a Veracruz, en el caso local, le irá bien.
Se valora el lenguaje diplomático, cordial, amable, incluso, del gobierno de Veracruz con el gobierno federal.
Se entiende que mientras Fidel Herrera en cuatro años jamás permitió una alta exposición de los soldados y los marinos en Veracruz en la lucha contra el narcotráfico, ahora, y por las mismas razones anteriores, las fuerzas armadas se hayan apoderado de las calles y ciudades de la entidad.
Se aprecia que mientras podrían quitar el manejo del C-4 a la secretaría de Seguridad Pública a cargo del teniente Bermúdez, quien antes laboraba como el jefe máximo de la dependencia, hoy le entregarán la operación de la dirección de Tránsito, que ha venido manejando el secretario General de Gobierno.
Y más, porque Tránsito es una dependencia papa caliente, igual que la policía, igual que los penales de Veracruz, no tan solo por la ebullición social expresada y reprimida, sino por los jugosos negocios lícitos e ilícitos al cobijo del poder.
Pero resulta inconcebible que nos tiremos al piso para que el C-4 sea transferido a la secretaría de Marina.
Si es porque Veracruz fue acusado por el presidente de la República de manipular los datos sobre el índice delictivo, malo, pues significa una flaqueza política en la acción de gobernar una entidad federativa.
Si es porque se pretende mostrar la transparencia en el gabinete de seguridad, entonces acuérdense, en política, afirmaba don Jesús Reyes Heroles, quien desea quedar bien con todos termina quedando mal con la mayoría, además de expresar la debilidad y la inmadurez y el buen juicio en el ejercicio del poder.
Si el gobierno ya suscribió el convenio con la secretaría de Marina como parte del operativo ‘’Veracruz seguro’’, ningún ciudadano, hasta donde se entiende, sufragó en las urnas para que la autonomía de Veracruz sea cercenada.
Ni tampoco para lesionar ni evidenciar la dignidad republicana.
En todo caso, si el Felipismo cobija dudas sobre el manejo de la información alrededor del índice delictivo y hasta cierto de que en ‘’Veracruz se dejó crecer a los Zetas’’, como el mismo presidente de la República lo enunciara y denunciara ante el ejército civil del poeta Javier Sicilia, simple y llanamente, que lo demuestre con hechos, pruebas, testimonios.
Mal andamos.
Si el C-4 pasara a Semar (como parece inevitable) se traducirá en un acto de vasallaje y servidumbre política.
Nunca en los días de la expropiación petrolera, el presidente Lázaro Cárdenas del Río cedió a las presiones internacionales de Estados Unidos, Inglaterra y Gran Bretaña ni a las presiones de la prensa mundial subvencionada por los magnates petroleros de EU ni a las presiones de una parte de su gabinete para dar marcha atrás, como lo narra Adolfo Gilly en el libro ‘’El cardenismo, una utopía’’.
Incluso, Lázaro Cárdenas amenazó con hacer explotar las instalaciones petroleras del país antes, mucho antes que transar en la defensa de la soberanía nacional y la dignidad republicana.
Por eso mismo, los cadetes de la Escuela Naval de Antón Lizardo murieron defendiendo al país de la invasión norteamericana.
Y por eso mismo Pancho Villa con sus tropas se lanzó contra Columbus.
Y por eso mismo Lázaro Cárdenas abrió las puertas a los refugiados españoles cuando todos los países del mundo habían bloqueado en un frente común la solidaridad internacional.
Y por eso mismo Lázaro Cárdenas cobijó a León Trotski cuando el resto del planeta rechazaba su asilo.
La única riqueza de los pobres es la dignidad humana. Y la única riqueza de un país, de una entidad federativa, son la libertad y la autonomía.
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