Las festividades
del día de muertos en la huasteca veracruzana, se pinta de diversos colores,
desde el concepto Xantolo que tiene gran impulso en Tantoyuca, Tempoal y
lugares aledaños, hasta su reciente influencia en la zona otontepec.
Las cuadrillas
de matlachines han desplazado en cierta manera a las más longevas
manifestaciones de baile, que predominaban en estos pueblos, como el de los
negritos y viejitos, piezas ancestrales de los lugares de la Sierra Otontepec.
Esa intepretación de simbolismos que llevan a cabo los negritos, del proceso de
mestizaje(Indio-español); se ven opacados por la combinación de Halloween, en
los disfraces, pero bien disimulados con el violin, con una edición de música
“moderna” que ambienta la transculturizacion de los jóvenes huastecos.
Pero la
resistencia de preservar las tradiciones índigenas-católicas, en el día de
Xantolo o de muertos, no es solo en el baile, la literarura juega un papel
importante en la composición de calaveras o versos sencillos que conservan ese
místico juego, con la concepción de la muerte y su olor a tamales y
cempaxochitl. Que forma parte de la gastronomía, rica e imbatible; ante la
influencia de otras culturas.
Gutíerrez
Zamora, Carmona, Tamalín, Chinampa, y la región Chontla-Naranjos conservan un
legado todavía infranqueable que nos urge rescatar y preservar para mantener
esa esencia y riqueza de nuestros antepasados.
De los versos
complejos del Nahuatl(hasta en su transcripción), de la calavera común en el
arco a los muertos, hasta el verso sencillo que se canta de casa en casa para
compartir “ofrendas”; el huasteco versa y sigue versando las calaveras....
El
venadito
Am
pu, am puu, an chili li li,
mahuis
mahuis makui,
yayaa
mazatzin, yayaa mazatzin,
sana
pa ka matzatzin,
sana
ka matzatzin huee,
chiii
chiii an axtlak ce
yayaa mazatzin, yayaa mazatzin,
amu
timo axtla ka matzatzin mas hue...
Calaveras
y versos sencillos...
En
Tamalin ya todos mueren,
todos
mueren sin cesar,
Todo
es culpa de María,
que
los vino a gobernar...
De
la colonia Buenos Aires,
la
calaca ella fundó,
un
par de sucursales,
que
a Gutíerrez apestó!
De
trovador canto mis versos,
cual
moliendero alambique,
ya
murió Pedro Garcés
con
“el llanto del cacique”!
Ya
me voy ya me despido,
un
versito vine a cantar,
no
nos dieron ni tamales,
ni
pusieron el altar....
Estos
son mis breves versos,
tradición
de este lugar,
no
los canto por traviesos,
solo
digo la verdad....
Atilano
Careaga ya lo llevan a enterrar,
ya
Pepín le va rezando,
y un
huapango va a probar...!
Así, el
místicismo, se pasea en la otontepec con sabor a conserva de cahuayote(dulce
con piloncillo), y evoca el recuerdo, la
nostalgía, la sátira, del huasteco que ofrenda en el cementerio, compartiendo
con la muerte y la memoria en todo noviembre, la vida.
Panta
Huitf
(flor
de muerto)
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