Por: Pablo Jair Ortega
Este miércoles se supone que se realizó una consulta popular
donde según se preguntaba a los veracruzanos si querían la ampliación
del puerto. La duda ¿a quién le irían a preguntar y quién realmente
beneficia la mentada ampliación?
El proyecto trata de hacer crecer las instalaciones de embarque y desembarque del puerto más importante del país, mismo que no tiene competencia alguna en el Golfo de México, más que con Houston. La idea, según trasciende, es precisamente ponerse a la par hasta superar al puerto texano, y es por eso la "tan necesaria" ampliación.
Pero los grupos ambientalistas han denunciado el grave ecocidio que significa una obra de tal magnitud, pues es una afectación irreversible a arrecifes.
En nota del diario REFORMA se indica: "La ampliación del puerto de Veracruz propuesta por la Administración Portuaria e Integral (API) con respaldo del Gobierno del estado representa una amenaza al entorno ambiental y la violación a tratados internacionales suscritos por México, entre los que destaca la Convención Ramsar para protección de humedales", advirtieron especialistas durante la Reunión Informativa del proyecto de Ampliación del puerto de Veracruz en la zona norte. El abogado Francisco Javier Martínez Sponda, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CMDA), alertó sobre la destrucción de un sitio Ramsar dentro del polígono del Área Natural Protegida en donde se ubica parte del Sistema Arrecifal Veracruzano”.
Con todo y que este miércoles se desató una ola de correos electrónicos donde supuestos expertos y renombradas instituciones como la UNAM avalarían la magna obra.
Claro, los ambientalistas no son maestros, no significan votos, quizás no tengan la misma reverberación mediática y hasta son más conscientes en sus protestas que no dañan a terceros. Por eso quizás no se les dé importancia.
¿Y a costo de qué la ampliación del puerto? Según el discurso semioficial, se trata de una megainversión monetaria, donde se incluye al magnate Carlos Slim. Se habla de una extensión inmensa que generará entrada de más productos, y así toda la parafernalia retórica de porqué nos conviene la ampliación portuaria. Que todo es aras "del bienestar de los veracruzanos".
Desde que el gobierno federal anunció la ampliación del puerto de Veracruz (sexenio de Fox), el “bienestar” los tuvieron familias que se aprovecharon de la información privilegiada y comenzaron a comprar terrenos en toda la franja de la playa. Hoy existen hasta bodegas, sin que todavía comience la ampliación del puerto.
No dude usted que políticos de la actual administración también tengan intereses comerciales y monetarios hasta el tuétano. Nadie se traga el inocente cuento de que es para beneficio de Veracruz.
Un negocio que a simple vista sólo es para ricos y para familias de políticos y empresarios. Basta preguntarse ¿cuánto nos va a costar entregarle a los empresarios como Slim el control del puerto más importante del país? ¿A poco van a invertir nada más así porque les gusta mucho el Café de La Parroquia? ¿Se imagina usted la cantidad de dinero que podría generar el puerto sólo para que el otrora hombre más rico del país.
No, los señores vienen a hacer negocio, un negocio de miles de millones.
Pero de igual forma, en el programa "Atando Cabos" conducido por Denise Maerker el 17 de octubre, Fernando Ramos agente, fundador y ex presidente de la Confederación Latinoamericana de Agentes Aduanales, se confesó diciendo que algunas aduanas no son santas y se dedican a traficar y al trasiego de contrabando. Que usan su patente de mal modo para negocios ilícitos.
¿Y esto no se multiplicará con la ampliación del puerto? Porque no nos vengan a decir que en Veracruz está totalmente erradicado y controlado el asunto de la delincuencia organizada; menos que tengan algo que ver el puerto y las aduanas, pues basta recordar el triste caso de la desaparición de Francisco Serrano Aramoni, confirmado como muerto por el presidente Felipe Calderón: no quiso ceder ante los chantajes de la mafia que opera en la terminal marítima y por eso hoy está ausente.
Las cifras optimistas indican que la ampliación del Puerto de Veracruz en la zona de Bahía de Vergara es la obra más importante a nivel nacional en 50 años, con una inversión de 45 mil millones de pesos, cuadruplicaría su capacidad y se crearían de 10 a 30 mil empleos.
Pero es curioso, porque precisamente el puerto pareciera no vivir totalmente de la cuestión aduanera y se centra más en la parte de comercio, turismo, como al menos así lo han querido vender en el discurso oficial: que el turismo es el futuro económico de Veracruz.
En sí el sospechosismo radica en que la mentada necesidad de ampliar el puerto de Veracruz no beneficiaría a todos los veracruzanos y muchos menos al estado: la realidad es que los únicos son los aprovechadores de la información privilegiada, los empresarios que ven las jugosas ganancias y hasta los delincuentes que usan a las aduanas para sus fines ilegales.
El proyecto trata de hacer crecer las instalaciones de embarque y desembarque del puerto más importante del país, mismo que no tiene competencia alguna en el Golfo de México, más que con Houston. La idea, según trasciende, es precisamente ponerse a la par hasta superar al puerto texano, y es por eso la "tan necesaria" ampliación.
Pero los grupos ambientalistas han denunciado el grave ecocidio que significa una obra de tal magnitud, pues es una afectación irreversible a arrecifes.
En nota del diario REFORMA se indica: "La ampliación del puerto de Veracruz propuesta por la Administración Portuaria e Integral (API) con respaldo del Gobierno del estado representa una amenaza al entorno ambiental y la violación a tratados internacionales suscritos por México, entre los que destaca la Convención Ramsar para protección de humedales", advirtieron especialistas durante la Reunión Informativa del proyecto de Ampliación del puerto de Veracruz en la zona norte. El abogado Francisco Javier Martínez Sponda, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CMDA), alertó sobre la destrucción de un sitio Ramsar dentro del polígono del Área Natural Protegida en donde se ubica parte del Sistema Arrecifal Veracruzano”.
Con todo y que este miércoles se desató una ola de correos electrónicos donde supuestos expertos y renombradas instituciones como la UNAM avalarían la magna obra.
Claro, los ambientalistas no son maestros, no significan votos, quizás no tengan la misma reverberación mediática y hasta son más conscientes en sus protestas que no dañan a terceros. Por eso quizás no se les dé importancia.
¿Y a costo de qué la ampliación del puerto? Según el discurso semioficial, se trata de una megainversión monetaria, donde se incluye al magnate Carlos Slim. Se habla de una extensión inmensa que generará entrada de más productos, y así toda la parafernalia retórica de porqué nos conviene la ampliación portuaria. Que todo es aras "del bienestar de los veracruzanos".
Desde que el gobierno federal anunció la ampliación del puerto de Veracruz (sexenio de Fox), el “bienestar” los tuvieron familias que se aprovecharon de la información privilegiada y comenzaron a comprar terrenos en toda la franja de la playa. Hoy existen hasta bodegas, sin que todavía comience la ampliación del puerto.
No dude usted que políticos de la actual administración también tengan intereses comerciales y monetarios hasta el tuétano. Nadie se traga el inocente cuento de que es para beneficio de Veracruz.
Un negocio que a simple vista sólo es para ricos y para familias de políticos y empresarios. Basta preguntarse ¿cuánto nos va a costar entregarle a los empresarios como Slim el control del puerto más importante del país? ¿A poco van a invertir nada más así porque les gusta mucho el Café de La Parroquia? ¿Se imagina usted la cantidad de dinero que podría generar el puerto sólo para que el otrora hombre más rico del país.
No, los señores vienen a hacer negocio, un negocio de miles de millones.
Pero de igual forma, en el programa "Atando Cabos" conducido por Denise Maerker el 17 de octubre, Fernando Ramos agente, fundador y ex presidente de la Confederación Latinoamericana de Agentes Aduanales, se confesó diciendo que algunas aduanas no son santas y se dedican a traficar y al trasiego de contrabando. Que usan su patente de mal modo para negocios ilícitos.
¿Y esto no se multiplicará con la ampliación del puerto? Porque no nos vengan a decir que en Veracruz está totalmente erradicado y controlado el asunto de la delincuencia organizada; menos que tengan algo que ver el puerto y las aduanas, pues basta recordar el triste caso de la desaparición de Francisco Serrano Aramoni, confirmado como muerto por el presidente Felipe Calderón: no quiso ceder ante los chantajes de la mafia que opera en la terminal marítima y por eso hoy está ausente.
Las cifras optimistas indican que la ampliación del Puerto de Veracruz en la zona de Bahía de Vergara es la obra más importante a nivel nacional en 50 años, con una inversión de 45 mil millones de pesos, cuadruplicaría su capacidad y se crearían de 10 a 30 mil empleos.
Pero es curioso, porque precisamente el puerto pareciera no vivir totalmente de la cuestión aduanera y se centra más en la parte de comercio, turismo, como al menos así lo han querido vender en el discurso oficial: que el turismo es el futuro económico de Veracruz.
En sí el sospechosismo radica en que la mentada necesidad de ampliar el puerto de Veracruz no beneficiaría a todos los veracruzanos y muchos menos al estado: la realidad es que los únicos son los aprovechadores de la información privilegiada, los empresarios que ven las jugosas ganancias y hasta los delincuentes que usan a las aduanas para sus fines ilegales.
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