A un año del arribo de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Alianza de Tranviarios de México (ATM), el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) y diversas organizaciones que integran la Unidad Patriótica por el Rescate de la Nación (UPRN), trabajadores petroleros, núcleos estudiantiles y populares se concentraron en el Zócalo de la Ciudad de México, después de marchar por varias calles, para repudiar la reforma energética del gobierno entreguista y antinacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados y contlapaches del Partido Acción Nacional (PAN), que representan los intereses de la gran burguesía mexicana, los monopolios extranjeros y el gobierno imperialista de Estados Unidos.
En esta movilización del 1 de diciembre, cabe destacar la participación activa y militante de contingentes de la CNTE, encabezados por líderes tan conocidos como los compañeros Rubén Núñez Ginés, secretario general de la Sección XXII (Oaxaca) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y Juan Melchor Román, dirigente de la Sección XVIII (Michoacán) del mismo sindicato.
En el acto participaron, asimismo, los senadores Alejandro Encinas Rodríguez, Mario Delgado Carrillo y Fernando E. Mayans Canabal, del Partido de la Revolución Democrática (PRD); Ricardo Monreal Ávila, coordinador del grupo parlamentario en la Cámara de Diputados del Movimiento Ciudadano (MC); Layda Sansores San Román, senadora del MC, y Manuel Bartlett Díaz, coordinador del Partido del Trabajo (PT) en el Senado de la República, además de los líderes de Morena como Martí Batres Guadarrama.
El discurso central corrió a cargo de Andrés Manuel López Obrador, principal líder de masas del país y presidente del Consejo Nacional de Morena, que enjuició la situación por la que atraviesa México, denunció la política antinacional del gobierno federal y señaló algunas líneas de acción. Las ideas principales se citan a continuación.
Evitar un atraco de 150 mil millones de dólares
Estamos aquí para evitar un gran atraco que, consideramos, terminaría de cancelar el futuro de los mexicanos y de destruir al país. Una minoría sin escrúpulos, enajenada por la ambición material, luego de haberse quedado con las empresas públicas, los bancos, los ferrocarriles, las minas y otros bienes del pueblo y del país, buscan ahora apoderarse del sector energético nacional.
Hemos dicho muchas veces que las reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución, no van dirigidas en realidad a impulsar el crecimiento económico, la creación de empleos y el bienestar de los mexicanos. No hay nada en esas reformas para darle el valor agregado a la materia prima, para construir refinerías y dejar de comprar la gasolina en el extranjero, ni para fomentar la industria petroquímica.
No se busca tampoco utilizar las ventajas comparativas que significa, en un mundo globalizado, el poseer petróleo para reducir los costos de los energéticos e industrializar a México.
Peña busca entregar la riqueza petrolera a las trasnacionales
Se trata, simple y llanamente, de que las empresas extranjeras se hagan cargo de perforar los pozos petroleros y se apropien de la mitad de la producción. Eso es lo que significan, en esencia, los llamados “contratos de utilidad compartida”. Quienes promueven esta reforma quieren agujerear compulsivamente todo el territorio nacional hasta agotar las reservas petroleras de México.
Para ello, esgrimen pretextos burdos e insostenibles, que rayan en la irracionalidad. Dicen que se requiere de inversión extranjera, porque no hay recursos económicos para financiar al sector energético, cuando Pemex es una de las empresas más rentables del mundo.
Alegan que no tenemos tecnología, cuando en México desde hace 100 años hay experiencia en exploración y perforación de pozos petroleros.
La tradición petrolera en nuestro país se origina desde que se empezó a utilizar el petróleo con fines industriales.
Mentiras como argumentos
Sostienen, entre otras, que no es negocio refinar el petróleo en México, cuando Estados Unidos, en los últimos 10 años, ha triplicado su capacidad de refinación de crudo y obtiene grandes ganancias de la venta de las gasolina; por cierto, es allá a donde enviamos el crudo y luego nos lo regresan, porque les compramos más de la mitad de la gasolina que consumimos en el país.
Ante la falsedad de que sólo nos oponemos y no tenemos propuesta, decimos de nuevo que especialistas de nuestro movimiento han presentado proyectos alternativos, obviamente, distintos a los que ha venido imponiendo, en materia de política petrolera, la tecnocracia corrupta.
En esencia, nuestra propuesta ha sido combatir la corrupción en Pemex, desmantelando a las bandas que operan al interior de esa empresa pública y que se han dedicado a la ordeña de ductos, a medrar con la entrega de contratos, al transporte de los combustibles, la compra de las gasolinas y otros negocios ilícitos.
Modernizar Pemex, no entregarlo al extranjero
Para modernizar A Pemex hay que impedir además, que se sigan haciendo jugosos negocios desde las cúpulas del poder, hay que poner un alto a los acuerdos que se toman desde Los Pinos en beneficio de políticos y empresarios de Washington, Texas, Madrid, Londres y de otras latitudes; hay que evitar que sigan robando los allegados de Salinas de Gortari, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto.
Sólo con esta limpia se obtendrían miles de millones de pesos. Si a esto se añade la decisión de no vender petróleo crudo al extranjero, sino procesar toda la materia prima en nuestro país, construyendo aquí las refinerías e impulsando la industria petroquímica, se estaría logrando realmente la transformación que Pemex necesita.
Luchar para defender Pemex
Pero no se trata sólo de vivir para contarlo, para poder decir el día de mañana que teníamos razón, sino de evitar lo inminente; el sufrimiento, los conflictos y el hundimiento del país. Por eso estamos aquí, para impedir la trágica felonía que tiene como prólogo un acto de traición a México porque cada vez va quedando más claro que Peña pactó en el extranjero la entrega del petróleo y es público y notorio que lo único que le importa es cumplir, a como dé lugar, ese compromiso.
Hace unos días, por ejemplo, Manlio Fabio Beltrones, dijo que el gobierno estaba dispuesto a concederle al PAN su demanda de reforma electoral, con tal de que le ayudara a lograr la aprobación de la reforma energética. En su momento sostuvimos que Peña, luego de haber pactado en el extranjero, había llegado al acuerdo con dirigentes del PRD para que aprobaran la reforma fiscal y con los del PAN había negociado la reforma energética.
Aquí conviene volver a decir que las dos reformas son parte de lo mismo. Aumentaron los impuestos y el déficit, es decir, autorizaron la contratación de deuda pública, porque saben que se tendrán menos ingresos y menos presupuesto cuando se compartan las ganancias del petróleo con los extranjeros.
La demanda central: consulta a la ciudadanía
Pero venimos a este acto a terminar de ponernos de acuerdo en cómo impedir que se lleven a cabo las reformas constitucionales. Ya se aprobó un plan de acción de desobediencia civil pacífica; sin embargo, les propongo que la demanda central de nuestro movimiento siga siendo el que se consulte a todos los mexicanos antes de imponer las reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución.
Es decir, que en estos días previos al dictamen, continuemos, por todos los medios a nuestro alcance, comunicando a la sociedad un hecho básico: que ni Peña ni los legisladores tienen legitimidad para imponer una reforma de tanta trascendencia sin consultar a los ciudadanos. Que quede claro: nuestra única y principal demanda es que primero se consulte al pueblo de México.
Es particularmente importante, también, que en estos días cruciales hagamos frente a la campaña permanente que los medios de desinformación del régimen oligárquico mantienen en contra nuestra. Debemos explicar a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros vecinos, que no somos un grupo de alborotadores ansiosos por romper el orden público, por el contrario, actuamos en defensa de la Constitución, las leyes y la convivencia pacífica entre mexicanos.
Debemos exponer que es el gobierno oligárquico el que pretende, con su reforma energética, subvertir el orden constitucional; son ellos los subversivos: los oligarcas apoderados de las instituciones, son quienes, por su infinita ambición, buscan, una vez más, violentar el pacto social de México.
Realizar cercos en las sedes del poder legislativo
En cuanto a los cercos al Senado, a la Cámara de Diputados y a los congresos locales, les recuerdo lo siguiente:
Debemos estar atentos al llamado que se hará para iniciar la acción, en cuanto, comience el trámite de dictaminación de las reformas en el Senado.
Hagamos el compromiso de estar todos presentes. Obviamente, me incluyo; ahí voy a estar todo el tiempo.
Reafirmamos el carácter pacífico de nuestro movimiento. Todas las acciones de resistencia se llevarán a cabo bajo el principio de la no violencia. Nada de encapuchados. Cada uno de nosotros debe estar pendiente para no permitir la participación de infiltrados ni provocadores mandados por el régimen.
La coordinación de los cercos a las cámaras de Senadores y Diputados y a los congresos locales, estará a cargo de los dirigentes de Morena.
Andrés Manuel expresó su solidaridad con las maestras y los maestros de México, que luchan en defensa de sus derechos; a los trabajadores electricistas y a los mineros, así como a las y los sobrecargos, pilotos y trabajadores de tierra del servicio aéreo; a los defensores de derechos humanos, a los familiares de las víctimas de la violencia y a todos los luchadores sociales del país.
Con esta nueva marcha y concentración de Morena, la Unidad Patriótica por el Rescate de la Nación, trabajadores petroleros, círculos de la izquierda socialista como el Movimiento Comunista Mexicano (MCM) y otras fuerzas políticas, sindicales y populares, se avanza un buen trecho en la acción conjunta de fuerzas que en la defensa de Pemex, del desarrollo industrial verdadero y de la soberanía nacional pueden y deben marchar unidas, mediante la cual es posible derrotar la intentona de los neoliberales por entregar la riqueza petrolera a los monopolios extranjeros, principalmente gabachos e impulsar la reprimarización de la economía mexicana, la desindustrialización del país y la conversión de México en proveedor de crudo para la seguridad energética del mayor peligro para la paz mundial: el imperialismo norteamericano, el “amigo” de Peña Nieto y compañía que construye muros en la frontera gringo-mexicana, expide leyes racistas con dedicatoria para los latinoamericanos, expulsa, persigue, encarcela y asesina miles de mexicanos que trabajan allende el Bravo y realiza actividades de espionaje y provocación en dependencias del gobierno y las grandes empresas de la República Mexicana.
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