•Muchos caballos andan desbocados en el llamado sexenio próspero
•Por todos lados, graves pendientes sociales y con todo arrojan más gasolina al fuego
•Rudeza innecesaria en el caso Javier Duarte y Alfonso Salces, de Notiver
•En el último año del sexenio, arrecian los coletazos del dinosaurio que se resiste a irse
Luis Velázquez
Veracruz, 09 de diciembre de 2015.- Veracruz está hecho un polvorín.
La chimenea ardiendo todavía le
arrojan más gasolina, como la última, el caso Javier Duarte y Alfonso
Salces, director de Notiver, rudeza innecesaria, el descarrilamiento del
político que nunca ha sido frío y calculador, ecuánime y sereno, en el
carril mediático.
Pero además, muchos caballos desbocados, jinetes del Apocalipsis, de norte a sur y de este a oeste de la tierra jarocha.
El pendiente de la sucesión de gobernador tan volcánica que se ha vuelto.
El
pendiente de los senadores priistas, Héctor y Pepe Yunes, en la ruptura
total con el duartismo, a tal grado que ahora los equipos políticos de
uno y otro se han fusionado para enfrentar la tozudez.
El pendiente
de los Yunes azules, con su tlatoani, Miguel Ángel Yunes Linares, todo
indica, el inminente candidato panista a gobernador.
El pendiente de la alianza electoral PAN y PRD, a la que, de cuajar, bien pudieran unirse otros partidos.
El
pendiente de la deuda pública que ha llevado a la quiebra a cinco de
cada diez constructoras, que bien serían más, en tanto las calles y
avenidas de Xalapa se repletan de prestadores de servicios y proveedores
esperando un abonito de la SEFIPLAN.
El pendiente de los créditos millonarios, el último, de más de 23 mil millones de pesos autorizado ya por BANOBRAS.
El
pendiente de la denuncia penal de la Auditoría Superior de la
Federación en la Procuraduría General de la República en contra de 19
duartistas por irregularidades en el manejo de los recursos federales.
El
pendiente de la llamada “Operación licuadora” que consiste en desviar
el erario a otros programas, a otras regiones y/o a otros bolsillos.
El pendiente de la denuncia del PAN y PRD por el presunto jineteo bursátil de las participaciones federales.
UN INFIERNO LLAMADO VERACRUZ
El pendiente de un montón de obra
pública detenida, inconclusa, a medias, porque ni el dinero federal
fluye, retenido en la SEFIPLAN, ni tampoco hay dinero estatal.
El pendiente de la deuda pública y créditos millonarios y nula obra pública en el territorio jarocho.
El
pendiente de la deuda de más de dos mil millones de pesos a la
Universidad Veracruzana, que tanto le han regateado, y que incluyen
1,600 millones de pesos del subsidio estatal y 400 millones del subsidio
federal, que ya son palabras mayores porque significa que también los
fondos de la secretaría de Hacienda y Crédito Público se los fregaron.
El
pendiente de la inseguridad en la vida y en los bienes, con un número
incalculable de secuestrados, desaparecidos, asesinados, cercenados,
sepultados en fosas clandestinas, tirados en la vía pública, arrojados
en el río Blanco y Coatzacoalcos y en los pozos de agua dados de baja en
la ruta Omealca a Tezonapa.
El pendiente de los feminicidios que el
gabinete policiaco del gobierno de Veracruz se empeña en menospreciar y
despreciar; pero, además, tirando la papa caliente a la secretaría de
Gobernación para que decida si procede la Alerta de Género que tanto han
demandado las ONG los Colectivos y los académicos.
El pendiente de la mala, pésima administración de la justicia que ha llevado a la impunidad absoluta.
Y
lo peor, a que mientras el Fiscal General ha enloquecido desaforando a
presidentes municipales y diputados locales, en la mayoría Luis Ángel
Bravo Contreras ha quedado evidenciado: los ex alcaldes de Medellín y
Coatepec se le pelaron. Los ediles de Fortín y San Andrés
Tlalnelhuayocan, lo evidenciaron. Y en el caso del presidente municipal
de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, todo indica ha revirado,
rebasado, claro, por las circunstancias.
El pendiente del trío de
carteles disputando la plaza Veracruz y que según la DEA, agencia
antinarcóticos de Estados Unidos, y la procuraduría General de la
República, está integrado por los Zetas, Jalisco Nueva Generación y Del
Golfo, ni más ni menos, de Joaquín “El chapo” Guzmán.
El pendiente
del Veracruz declarado “el peor rincón del mundo para el ejercicio
reporteril” y “el cementerio de migrantes más largo y extenso de la
nación”.
COLETAZOS DEL DINOSAURIO QUE SE RESISTE A MORIR
El pendiente de los 16 reporteros
asesinados y los trece reporteros desaparecidos, en que se incluye el
lodazal del multihomicidio en la colonia Narvarte, de la ciudad de
México, el fotógrafo Rubén Espinoza y la activista Nadia Vera, entre
ellos, que con todo y que la procuraduría de Miguel Ángel Mancera
intentando lavar el nombre del gobierno de Veracruz, la duda y la
suspicacia prosiguen.
Y de ñapa, Veracruz, estado migrante que vive
de las remesas y los changarros, dado el desempleo, el subempleo y los
salarios de hambre.
Y la pésima calidad educativa y de salud.
Y por consecuencia, el descrédito del duartismo.
Con
todo, “igual que un jugador no puede apartarse del juego, y un bebedor
de la bebida, un cazador furtivo de la caza” (Stefan Zweig, “Fouché,
retrato de un hombre político”), los discípulos del góber fogoso, cónsul
de México en Barcelona, pirómanos, siguen incendiando Veracruz.
Y lo peor, obsesionados con adueñarse al precio que sea de la gubernatura de dos años.
Ni hablar.
El
Jefe Máximo del Priismo jarocho ha confundido Veracruz con una hacienda
porfirista donde ni siquiera es el dueño, sino el capataz, y como un
político bipolar, irritable, explosivo, influenciable, le gusta vivir en
medio del fuego.
Y por eso, sin cordura ni frialdad, gobernado por
el hígado en vez de las neuronas, sin prudencia ni tolerancia, mira
enemigos por todos lados, quizá, acaso, porque ha entrado al último año
del sexenio, y los coletazos arrecian porque el poder político y
económico pronto se esfumará…